- “Aquí hay una gran riqueza que no se está explotando. Si las autoridades no lo entienden, seguiremos condenados a la miseria con la riqueza en la mano”.
Opina Keepler César Díaz Flores, ingeniero en industrias alimentarias y empresario forestal con más de 30 años de experiencia. Lleva más de una década alejado de la actividad maderera formal. Hoy, desde la distancia, levanta la voz para denunciar lo que considera un abandono sistemático del sector forestal en Loreto, una región cuya riqueza, asegura, está siendo ignorada por el Estado y secuestrada por la corrupción.
“Esa ley no sirve, es corrupta y no trae ningún beneficio” sentencia con firmeza, refiriéndose al marco normativo que regula la actividad forestal en el país. Según Díaz, la legislación vigente ha sofocado el desarrollo formal del rubro, mientras permite que actores con intereses ilícitos operen impunemente.
“El verdadero daño ambiental lo hacen los ganaderos y agricultores que arrasan con el bosque. El maderero formal trabaja de manera selectiva y sostenible”, afirma. En su opinión, se ha criminalizado a quienes trabajaban dentro del marco legal, dejando el camino libre a la informalidad y al narcotráfico disfrazado de actividad forestal.
Díaz recuerda haber descubierto a personas cercanas involucradas en actividades ilícitas. “Yo sacaba 50 mil pies al año y ellos, que decían sacar un millón, se compraban tractores y vivían como ricos. Todo el mundo lo sabía, desde el propio Ministerio hasta los concesionarios”, denuncia.
A pesar de ello, siente que el tema ha sido olvidado. “La mayoría ya pasó el tren. La juventud no está interesada, y los pocos que quedan en el sector tienen vínculos políticos”, lamenta.
Su experiencia lo llevó incluso a desarrollar un proyecto de reforestación con bolaina, una especie de rápido crecimiento que puede aprovecharse en tres o cuatro años. “Con 200 mil hectáreas podríamos sostener una planta de papel y fabricar viviendas prefabricadas para todo el país. Pero no hay voluntad. La Amazonía no le interesa a nadie”, asegura.
Díaz señala directamente a entidades como del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) y a las antiguas direcciones forestales, acusándolas de haber operado como nidos de corrupción: “El ingeniero no ganaba por su sueldo, ganaba por fuera. Todo se movía con dinero.”
Para él, el sector forestal debe regresar a la agenda pública con urgencia. “Loreto no tendría miseria si se aprovechara adecuadamente la madera. Es la única riqueza renovable que tenemos”, sostiene con firmeza.
A meses de un nuevo ciclo electoral, hace un llamado a las futuras autoridades regionales y nacionales: “El desarrollo de Loreto pasa por su bosque. No por destruirlo, sino por aprovecharlo de manera responsable y sostenible”. (Pablo Encinas).
Cierto la Amazonía requiere de buenos forestales que sepan aprovechar la madera de manera sostenible. Yanes hora que debemos aprovechar los recursos recurso Naturales de la Amazonía para el progreso de la región.!!