Juventud loretana debe visitar Cruz dejada por Juan Pablo II

– Está deteriorándose por el paso de los años

– Ex cadetes castillistas promoverán refacción y embellecimiento de la zona

La cruz de madera que se instaló para recibir a Juan Pablo II en su visita a nuestro país en 1985 fue el punto de encuentro de cientos de feligreses que celebraron la beatificación del autodenominado «Papa charapa».

Hasta el lugar en las afueras de la instalaciones del aeropuerto internacional Francisco Secada Vigneta,  en donde se ubica la cruz de madera que en la fecha se encuentra  aparentemente abandonada, llegó el doctor Juan Medardo Gómez Dávila,  quien es presidente de la Asociación de ex cadetes el Colegio Militar Mariscal Ramón Castilla residentes en nuestra ciudad para comprobar lo deteriorado que está, para posteriormente buscar el financiamiento para su total renovación; asimismo, coordinará ante las entidades correspondientes la posibilidad de que sea considerada de ser posible como patrimonio religioso del mundo.

Por otro lado, Gómez Dávila buscará se realice la peregrinación de fieles católicos hacia la cruz, y que se dé cumplimiento a lo ordenado por el papa Francisco para que todos los jóvenes se acerquen a la cruz y busquenla paz en el mundo.

Como se recuerda el 05 de febrero de 1985, día que Juan Pablo II arribó a la ciudad, fue recibido por millares de personas en el terminal aéreo. El Sumo Pontífice besó el suelo al bajar las escalerillas y saludó cordialmente a la gente que se acercó.

El momento más significativo en el discurso que pronunció en el pueblo aún resuena en cientos de corazones. “Quiero deciros también que el papa se siente charapa”, sonrió Juan Pablo II generando vítores y aplausos de toda la gente allí reunida

Todo esto había conmovido sobremanera al Santo Padre y por eso, llegó a Iquitos todavía pensativo, pero las bandas de nativos que lo recibieron en el aeropuerto con su simplismo y sus vestimentas breves, lo hicieron sonreír, prontamente.

En nuestra ciudad, el Papa no hizo referencias a la amistad, sino que aceptó el gentilicio loretano, que es ley, cuando al corearle: «Que viva el Papa que también es charapa», Juan Pablo II, tomó de inmediato la nacionalidad, respondiendo «Y, bien, el Papa, también es charapa». La muchedumbre deliró por que esa respuesta le había tocado lo más profundo de su orgullo regional.

Estos breves diálogos iban estableciendo un compromiso mayor. No era muy difícil percibir que el Papa debatía un sutil dilema interior: Me quedo o me voy? Ese dilema era como el de la endecha del poeta Rubén cuando habla que tiene un venablo en el corazón y que, si se lo saca, se muere; y si se lo deja, también.

En todos los escenarios a los que había subido el Papa abrazó a numerosos niños con ternura singular. Pero, en Iquitos, el abrazo que le prodigó a un niño apretándolo contra su corazón alcanzó una gravedad paternal excelsa. Fue una escena que no tenía cuando terminar. El Papa sonreía, pero su reciedumbre física de hombre y su temple espiritual no soportaban el momento emotivo. Mas el viaje tenía que finalizar, Entonces dijo con su ronca voz polaca: «Bueno, muy bien: me voy a Roma, pero me quedo con vosotros. Yo me voy a Roma y vosotros, todos vosotros, sois romanos».

Recordemos las últimas palabras de su discurso antes de irse de nuestra patria:

Al concluir esta visita, dedicada a todo el pueblo creyente de la Amazonía, dejo el Perú, tierra engarzada por santuarios dedicados a la Madre de Dios.

La asociación de ex cadetes del colegio Militar Ramón Castilla, presidido por Juan M. Gómez Dávila, se hizo presente ante la cruz de madera que se instaló para recibir a Juan Pablo II en su visita a nuestro país en 1985, la cual se encuentra en  las afueras del aeropuerto Francisco Secada Vignetta. Dicho acto se realizó con la intención de reparar los daños de deterioro que sufrió el  monumento religioso que al parecer se encuentra olvidado por las autoridades y los pobladores de la región, de esta manera se desea rescatar los valores que la juventud está perdiendo con  el transcurrir de los años al no tener en su corazón a nuestro redentor y salvador el señor Jesucristo de Nazaret.

Un comentario sobre “Juventud loretana debe visitar Cruz dejada por Juan Pablo II

  1. LOABLE ACCION. SE ESPERA QUE CUENTE CON EL APOYO DE LAS AUTORIDADES Y POR SUPUESTO DE NOSOTROS, LA CIUDADANIA TODA.

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