Cuando hace más de una década empezamos a leer y así enterarnos un poco sobre la justicia ancestral y la justicia occidental, vimos que en varias acciones de la justicia indígena se cometían aberraciones contra los derechos humanos como el obligar a las adolescentes que sean prácticamente mutilados sus clítoris, en determinada cultura étnica.
Así mismo, en el tema de decidir sobre la muerte de otra persona y que no era considerado un crimen, sino, parte de una cultura, en definitiva, esto tenía que cambiar y fueron los encuentros de diálogo y planteamientos sobre la también llamado justicia intercultural que fue, digamos, mejorando el sistema de justicia ancestral y cómo ir adaptándolo en la defensa de los derechos fundamentales de toda persona cual fuera su origen. Y cómo la justifica occidental también mejoraba, por ejemplo, incluir intérpretes de lenguas indígenas en las audiencias y procesos judiciales, en general.
Esta relación justicia e indigenismo ha ido abarcando también otros aspectos que nos plantea la convivencia, sostenibilidad de los territorios y en general la defensa de las riquezas amazónicas dentro de los cuales se encuentran diferentes pueblos que se sienten hace mucho tiempo, amenazados.
En esa línea del diálogo, ésta semana el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Daniel Maurate Romero, se reunió en la ciudad de Pucallpa con 16 representantes regionales de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), la organización más importante de pueblos indígenas de la Amazonía, y participó en el Encuentro Nacional de Defensores y Defensoras Indígenas.
En ambas mesas de trabajo se dialogó acerca de las necesidades y los avances en materia de protección de defensores de derechos humanos, especialmente defensores indígenas y ambientales. El ministro informó que su gestión trabajará haciendo uso de matrices, con compromisos, cronogramas y plazos de cumplimiento, donde todos los participantes puedan hacer seguimiento y saber el nivel de avance o dificultad de cada acción.
Con respecto a las muertes de defensores de derechos humanos, el ministro detalló que el gobierno está respondiendo con mecanismos y articulación, que son válidos e importantes y que es necesario adoptar más medidas. Dijo que en ese sentido es indispensable trabajar con estrategias que permitan dar seguridad a los defensores, para lo cual se continuará articulando y coordinando con todas las partes involucradas.
Anunció también que se proseguirá con la instalación de mesas regionales para la protección de defensores de derechos humanos en la Amazonía. Así, reafirmó su compromiso de seguir trabajando en este tema para fortalecer la protección.
El ministro saludó la vocación de los defensores de derechos humanos para proteger el medio ambiente, inclusive asumiendo riesgos que en muchos casos han significado la pérdida de vidas, ante los apus de AIDESEP, líderes que representan a 2,400 comunidades nativas.