Justicia a Loreto

El jueves de la presente semana se adjudicó la buena pro, luego de un largo proceso de marchas y contramarchas por diversas razones, del gran proyecto Hidrovía Amazónica al Consorcio Hidrovías II, que es una asociación chino-peruana integrada por las empresas Sinohydro Co. Ltd. y Construcciones y Administraciones S.A. con una inversión de 95 millones de dólares.
Esto es como un sueño ante tantas y tantas promesas que no se cumplen del gobierno central, en torno a proyectos de gran envergadura. Y lo importante es que se han ido dando pasos importantes como el largo proceso de consulta previa en los pueblos indígenas, y se espera que los próximos procedimientos sigan los protocolos que el caso amerita.
Se hizo justicia a Loreto, en efecto que sí, como también nos lo ha recordado el gobernador regional de Loreto, Fernando Meléndez Celis. No se trata de tintes políticos meramente, sino de acciones técnicas para el desarrollo socio económico de nuestra región, por tanto los que tienen la responsabilidad de administrarla hoy por hoy, tienen el gran deber de seguir celosamente los pasos que se vayan dando.
Por obvias razones, la población no querrá más ‘cuentos chinos’ y si apostamos por la seriedad en este gran proyecto tenemos la responsabilidad moral de acompañar en su proceso sea del grupo político que sea, de la ideología que sea, de la religión que sea, de la inclinación sexual que sea, del nivel educativo que sea; pensamos que acá solo hay una bandera, el desarrollo de Loreto.
En tal sentido el día martes 11 de julio, la próxima semana ya, se realizará una reunión del Grupo Multisectorial de Trabajo de Hidrovía Amazónica, donde participarán el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, el Gobierno Regional de Loreto, diferentes sectores y organismos públicos, así como representantes de federaciones y organizaciones indígenas.
La reunión servirá para implementar las acciones derivadas de la Consulta Previa sobre el gran proyecto Hidrovía Amazónica. Esta implementación pensamos debe ser difundida con amplitud, que no deben repetirse cierra puertas a la prensa local y regional que se acredite debidamente. Se trata de un tema de interés regional y nacional que los comunicadores sociales no solamente tenemos el derecho, sino, la obligación de informar correctamente a la ciudadanía.