Joven fallece tras presunta enfermedad por «brujería»

-Falleció tras varios días de agonía y fue velado por más de 30 horas según creencia de su familia y además por no contar con recursos para darle cristiana sepultura

«De un momento a otro se puso en mal estado de salud,pero ingería sus alimentos, no tenía ninguna dificultad, sin embargo los médicos dijeron que se iba a morir porque estaba en el último estado de la enfermedad que no ha sido diagnosticado. Ahora no tenemos un lugar para enterrarlo debido que somos una familia humilde», dijo su madre.

Familiares desconocen las causas de su muerte. El cuerpo del joven Frank Asipali Ahuanari (24), estaba siendo velado por más de 35 horas en su humilde vivienda, ubicado en la calle 3 de Junio Mz A, lote 16, en el AH «Fernando Meléndez» – distrito de San Juan Bautista, desconociéndose la enfermedad que tuvo aunque los familiares aseguraron que se trata de un «daño» (brujería) que le hicieron por tener una enamorada bien guapa.

Teresa Ahuanari Manuyama (60) relató que su hijo laboraba en una empresa maderera y que realizaba cachuelos, para tener un dinero extra y aportar a la familia, sin embargo, en menos de dos meses comenzó a ponerse mal de salud, siendo llevado hasta el Hospital Regional, donde los médicos no pudieron detectar la enfermedad y  le habían desahuciado.

Posteriormente, se dirigieron hasta un curioso (chamán), amigo de la familia, el mismo que confeso que Frank Asipali había sido víctima de la magia negra por envidia y que no tenía cura, siendo observado a través de la ayahuasca.

Asipali Ahuanari, falleció el sábado en horas de la tarde y los vecinos tuvieron que conseguir cantoneras de madera para hacer un ataúd rústico y tenían planeado enterrarlo en un pantano en la parte posterior del asentamiento humano pero atentaba contra la salud pública, y decidieron poner naftalina con timolina al cadáver para que no oliera tan fuerte porque estaba en estado de descomposición. Finalmente fueron ayudados por las autoridades de la comuna del distrito, para darle la cristiana sepultura en el cementerio del centro poblado Santo Tomás. (C. Ampuero)