La ciudad de Iquitos está conformada por cuatro distritos: Punchana, Iquitos, Belén y San Juan. El primer mencionado en este párrafo está terminando de celebrar una fiesta religiosa importante teniendo como patrona a la Virgen María Purísima, y han realizado muchas actividades.
Se ha normalizado que cuando se realizan celebraciones nosotros como pobladores no buscamos los tachos de basura para arrojar nuestros residuos durante las actividades, y todo queda muy sucio. Es más, si no hubiera tachos, no tenemos la costumbre de cargar con la basura que generamos.
Acá también hay un tema de falta de consideración con el personal de limpieza, en este caso de la municipalidad distrital de Punchana que tendrá que redoblar esfuerzos para cumplir con dejar limpio todos los espacios por donde se desarrollaron las actividades.
Con ese tipo de inconductas, seguiremos contribuyendo a que nuestra ciudad llamada cariñosamente como Isla Bonita, sea vista como una “isla sucia”, por lo que todos debemos contribuír a hacer de nuestro querido Iquitos un lugar limpio que brinde a los visitantes garantía de salubridad.
Y como que tendremos más visitantes en las próximas semanas o meses, debido a que la película que se titula justamente Isla Bonita y que viene siendo vista por miles de potenciales turistas nacionales puede que estos se animen a tomar un avión o hacer una travesía por carretera y río, para llegar hasta la capital de la región Loreto, y de paso ir conociendo por lo menos los atracaderos de muchos pueblos y ciudades con el transporte fluvial.
Estos atracaderos también deben mostrarse limpios y hay una responsabilidad compartida entre pobladores, transportistas fluviales y autoridades de cada una de las jurisdicciones que no se preocupan en organizarse y tener bellos, aunque sencillos embarques con escalinatas y barandas todo pintado con armónicos colores.
Tenemos que considerar que el turismo es uno de nuestros rubros que generan economía y puestos de trabajo, por lo que trabajar y colaborar todos para que nuestras ciudades y pueblos sean limpios y bonitos, es un deber y hasta una obligación pensando en nuestro presente y en el futuro que debemos construir para nuestros hijos, nietos y demás generaciones.





