Resultará manido el tema, para muchos y más aún para el comando policial, pero pese a que ya hemos tratado hasta la saciedad, el tema de la seguridad ciudadana, en las 24 horas del día, dicha medida no asoma por ningún lado y los delincuentes siguen engrosando sus filas y cometiendo cada vez mayores latrocinios y agresiones sangrientas, la mayoría de las veces, sin que se perciba una acción policial que inspire confianza.
Parecerá exagerada nuestra visión sobre le tema, sin embargo, lo denunciamos impelidos por experiencias propias y de un sinnúmero de victimas de pirañitas, delincuentes juveniles y ladrones asaltantes de amplio prontuario delictivo, que saben por haberlo aprendido por experiencia propia, cuánto de protección les brindan las leyes que increíblemente emanan de los ámbitos del congreso y del poder judicial mismo.
Durante nuestra tarea periodística, frente a nosotros y hasta de efectivos policiales, delincuentes menores de edad cometen sus tropelías y robos apoyados por cómplices que aupados en un motocarro, arrebataron su cartera a una señora que salía de un tragamonedas, trepándose de inmediato a un motocarro piloteado por dos jóvenes delincuentes; y curiosamente frente a dos efectivos policiales que mientras la señora pedía auxilio, miraban indecisos el motocarro que se alejaba, tras breve duda, recién montaron en su moto, mientras los fugitivos se perdieron de vista.
Personalmente, en tránsito a nuestro domicilio, a las 11 de la noche sufrimos el ataque de parte de tres jovenzuelos que nos propinaron un golpe en la espalda con el techo de la moto y al caer al suelo arrebatando inmediatamente después de la agresión, nuestra máquina fotográfica digital, desapareciendo raudamente luego de tal acto.
En estos días, ninguna arteria de la ciudad se encuentra limpia de tales delincuentes, antes bien los lugares estratégicos para que cometan sus tropelías van aumentando, en el centro de la ciudad, cosa que puede verse en un céntrico restaurante bailable ubicado en una de las calles más céntricas de Iquitos, en cuyas cercanías desde que abrió sus puertas pululan pirañas, arrebatadores, vagos peligrosos y varias jovencitas que ofrecen sus servicios al mejor postor…y la policía, bien gracias ¿Hasta cuándo?
Yo aun estoy intrigado?, es que no existen los suficientes efectivos policiales para brindar la seguridad necesaria en la ciudad?, y una cosa que muchos no analizamos es los Municipios tienen que afrontar una fuerte inversion en Serenazgo para combatir a la lacra de la sociedad, entonces por que no se hace ello, se crea una policia particular para cuidar la seguridad; esta comprobado que el 90% de los zanganos que tenemos en los cuarteles sentados rascandose la oreja no prestan el debido servicio???, esto de la seguridad ciudadana es un tema bastante algido que muchas dizque autoridades aun no saben manejar…
Si bien es cierto que en Iquitos, se nota la falta de profesionalismo de muchos policías, producto quizá de las «escuelas regionales», también es cierto que no hay voluntad política de los gobernantes para dotar a esa institución de los recursos financieros y tecnológicos necesarios para luchar contra la criminalidad. Basta saber que ni siquiera tienen un sistema de comunicación radial. Por eso, todo éxito policial se debe a la entrega de sus efectivos y no a una política gubernamental eficaz y proactiva.