El último 11 de diciembre, el Pleno del Congreso aprobó por unanimidad declarar el 12 de febrero de cada año como el «Día de la Amazonía peruana», con el fin de reconocer los valores ambientales, científicos y culturales asociados al bioma amazónico.
La norma, en su única Disposición Complementaria Final, establece que los ministerios de Ambiente, Educación y Cultura, así como los gobiernos regionales y locales, según sus competencias y presupuesto, llevarán a cabo acciones de sensibilización para fomentar la conciencia cultural y ambiental de la ciudadanía sobre los valores del Día de la Amazonía Peruana, y la preservación del ecosistema amazónico, en el marco de los compromisos sobre el cambio climático.
Desde el ámbito cultural, es fundamental fortalecer la difusión y sensibilización sobre la historia de la Amazonía peruana y la promoción de la identidad regional.
En ese cometido, presentamos una reseña histórica de Iquitos, núcleo urbano fundamental, reconocido como “La Ciudad de la República” y “Capital de la Amazonía Peruana”
El mapa de Requena de 1783 es el primer documento oficial del Reino de España en la que aparece Iquitos en su actual ubicación como un centro poblado urbano relevante para la época. A partir de entonces comienza a registrarse en los documentos oficiales de la administración virreinal la existencia de lo que con el paso de los años se convertiría en la Capital de la Amazonía peruana, a la que el gran historiador don Jorge Basadre le otorgara el título de Ciudad de la República.
Es un hecho aceptado por la historiografía amazónica peruana, que el territorio que actualmente ocupa la ciudad de Iquitos estuvo poblado originariamente -hasta mediados del siglo XVIII por la etnia nativa de los llamados ‘Yameos’ o ‘Napeanos’, y que la etnia de los ‘Iquitos’ ocupaban la parte mediana y superior de la cuenca del río Nanay. Los mapas elaborados por los eminentes misioneros y geógrafos Juan Magnín, SJ (1740), y Francisco Xavier Veigl, SJ (1769), proporcionan evidencia inobjetable de lo afirmado.
Francisco Requena llegó a San Joaquín de Omaguas el 15 de marzo de 1780, fijándolo como la capital de la Gobernación de Maynas. Cerca de un año después de haberse instalado en San Joaquín (pintó una bella acuarela de la localidad), y tomado conocimiento de la realidad geográfica y demográfica de su jurisdicción partió el 9 de febrero de 1781 río abajo del Marañón (Amazonas); oportunidad en que fue recorriendo los núcleos urbanos formados por los misioneros Jesuitas (Reducciones), expulsados una década antes, como se tiene expresado. Esta fue la oportunidad en que tomó contacto con la ex Reducción o Centro Poblado de Iquitos (en su nueva ubicación a orillas del Amazonas). No consta en sus anotaciones de viaje, el día exacto de tal evento. Para entonces, Iquitos era una población irrelevante.
Continuando con su recorrido aguas abajo, fundó el centro poblado de Orán, en homenaje a su ciudad natal (actual Argelia, norte de África, entonces territorio español). Pasó también por la ex Reducción de Pevas (dejó una acuarela sobre ella); arribando a la localidad de Tabatinga, donde los portugueses habían instalado una guarnición militar.
FUNDACIÓN DE IQUITOS COMO CIUDAD
Del relato anotado por el propio Requena en su diario de viajes, se tiene que fue en el mes de febrero de 1781, en que Iquitos fue visitado por éste, siendo identificado como un Centro Poblado que merecía figurar en el mapa que habría de elaborar años después. Dicho plano lo elaboró en su calidad de primer Gobernador de Maynas, donde delimitó las fronteras de la Amazonía, sustentándolas para fines oficiales del reino de España. Esta cartografía, fechada en 1796, reconoce y consigna, por primera vez, a Iquitos como núcleo urbano. Ningún otro mapa oficial anterior al de Requena presenta a Iquitos con ese nombre ni en la ubicación geográfica que hoy conocemos, lo que demuestra, sin lugar a dudas, su reconocimiento como ciudad y revela el año de su fundación, una incógnita desconocida durante largos años.
Este mapa acompañó el Informe elevado al rey español Carlos IV, en el que se describía la situación de los dominios hispanos en la Amazonía y se recomendaba que los territorios de la Comandancia General de Maynas fueran segregados del Virreinato de Nueva Granada e integrados al Virreinato del Perú, para asegurar una mejor administración y defensa frente a las amenazas de invasión de los portugueses. Posteriormente, el 15 de julio de 1802, el rey Carlos IV de España emitió la Real Cédula que incorporó estos vastos territorios al Virreinato del Perú, garantizando la protección futura de la territorialidad de la Amazonía peruana.
De los antecedentes glosados se concluye que Iquitos pasó de ser un centro poblado nativo (Reducción) a la ciudad que hoy conocemos. Desde sus orígenes estuvo vinculada al molde de la civilización occidental, con las características propias del rico mestizaje forjado, que se traduce en una identidad cultural propia de la Amazonía peruana, de la que debemos sentirnos orgullosos.
Al mismo tiempo, cumplieron un rol indiscutible en su forja, tanto el descubrimiento del río Amazonas, como la labor de civilización y evangelización de los padres Jesuitas. En el mismo sentido, contribuyeron a su desarrollo el esforzado trabajo de Francisco Requena, del obispo Sánchez Rangel y tantos otros que, durante el período colonial. Invaluables aportes que heredó nuestra República.
(Tomado de Álvarez López, 2023).