Siguen sumándose los casos de pacientes fallecidos a causa de la influenza AH1N1, producida por un virus que ha ido mutando en diversos subtipos, siendo los más conocidos a nivel mundial, la gripe española, la gripe porcina, aviar y bovina.
Este virus fue el causante de una pandemia en el año 2009, que dejó como saldo cientos de muertos en diferentes partes del mundo. Los que son severamente afectados son quienes no tienen un sólido sistema inmunológico, lo que se reduce a un 45 % del total de los que contrajeron la enfermedad.
Es alarmante un dato de la Organización Mundial de la Salud que asegura que los casos se duplican diariamente. Eso hace que los hospitales y centros médicos deban contar con el suficiente número de dosis de vacunas para prevenir la enfermedad, especialmente en niños y ancianos.
En nuestro medio, acaba de sumarse otro fallecimiento por influenza AH1N1, lamentable por supuesto por tratarse de una joven profesional que no resistió la enfermedad, a pesar de los cuidados y asistencia médica de una clínica local.
Lo que necesitamos es hacer conocer a la población los peligros que vienen con el virus, alertando a la gente a que tome las precauciones recomendadas por los médicos, a fin de minimizar en algo su gravedad, y mejor todavía si se fortalece la prevención.
Hoy mismo, la dirección regional de salud informa que hay dosis de vacunas para niños y adultos en los Hospitales Regional e Iquitos de nuestra ciudad y, en el Santa Gema de Yurimaguas, adonde la población debe acudir para su aplicación.
La presencia de enfermedades que arrasan con la salud de la gente, se da con cierta frecuencia en el mundo. Unos dicen que las pandemias son producto de una maligna forma de ganar dinero por parte de los laboratorios farmacéuticos que tienen los antídotos para curarlas. Sea así o no, estando o no en manos de execrables propósitos, solo nos queda ser más higiénicos y, en todo caso, ponernos en manos de Dios.