Uno de los temas que está en boca de todos, es el posible indulto que otorgaría el presidente Ollanta Humala al ex presidente Alberto Fujimori, preso en la DIROES.
La polémica ha desatado encontradas posiciones tanto en la ciudadanía como en destacados personajes y juristas que opinan cada uno a su manera. Unos con un desprecio total y ánimos de venganza. Otros, muy centrados en lo que en realidad es el indulto presidencial, sin mediar posición mediática alguna como los otros.
En ese sentido, algunos califican ciertos pareceres como intolerantes, plenos de saña, buscando manipular a la opinión pública, poniéndola en contra del perdón que únicamente puede conceder el presidente, una gracia exclusiva como la tenían los reyes de la antigüedad que condenaban o salvaban la vida de sus súbditos.
Es pertinente aclarar que el indulto no borra la culpabilidad. En ningún momento. Lo único que hace el indulto es conceder al reo la excarcelación por motivos que el presidente considere válidos.
Es preocupante cómo se está polarizando la opinión pública debido a comentarios antojadizos de personas que, en vez de guiar por la verdad a la población, mienten a su antojo, pensando siempre en su beneficio personal o partidario.
Habría que tomar como ejemplo de caballerosidad y elevado don de gente, la opinión de Don Armando Villanueva del Campo, quien dijo que no hay que ensañarse con el caído. Un gran mensaje que deberían tomar aquellos que aún no sacian su sed de venganza.