La Presidenta de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO), Beatriz Merino, sostuvo que la pobreza no sólo implica la carencia de recursos que se negocian en el mercado, como los alimentos, sino que también constituye una situación que revela situaciones sociales más complejas, como la marginación y la discriminación.
En el curso de su exposición, «Empleo y reducción de la pobreza en tiempos de crisis», identificó las características y consecuencias de la exclusión. «Se trata de una amenaza para la democracia porque la pobreza, así como la exclusión que la genera, desata serios efectos políticos: obliga a que las personas participen en relaciones desiguales que limitan seriamente su libertad, y las expone sin defensas al comportamiento predatorio de otras», afirmó.
Asimismo, se pronunció a favor de que otros países del Continente, como el Brasil, quienes han incorporado a su estructura de Estado la institución del Ombudsman o Defensor del Pueblo, caracterizada por la defensa de los derechos fundamentales de las personas. (MIP)