Hace muchos años que en Loreto se presentan los casos de contaminación de quebradas y ríos por derrame de petróleo, y lo que más han realizado las empresas para calmar los ánimos de las poblaciones ha sido pagar indemnizaciones, logrando silencios en la exigencia de reparaciones de los daños.
Aunque en la última década en nuestra región una población indígena mejor preparada, con más información sobre la situación de los habitantes de la zona de influencia petrolera por los niveles de contaminación y cómo afecta su calidad de vida, empezaron a ponerse más fuertes en el tema de la remediación ambiental.
La exigencia de las organizaciones indígenas ha sido en solitario, ellos contra las empresas petroleras incumplidas y contra un Estado evidentemente permisible a través de sus órganos de control de la explotación de hidrocarburos, no habiendo un solo caso exitoso que mostrar de zonas afectadas y que se encuentran remediadas, por lo menos no nos enteramos.
Una vez fuimos hasta Andoas para que nos muestren una laguna contaminada cuyo proceso de recuperación empezaría y hasta la fecha no han informado en qué ha terminado la limpieza, han pasado casi diez años, lo que demuestra lo muy difícil que es remediar.
Así ni el gobierno desde el Ejecutivo, menos desde el Congreso se preocuparon en verificar los instrumentos legales a profundidad para ser más enérgicos en exigir la remediación de las áreas contaminadas, pero esta vez desde que ocurrió el derrame de petróleo en el mar peruano empezaron a escarbar en todo lo que hay de legislación sobre contaminación con petróleo en el mar. Sí señores, sólo en el mar. No se acuerdan de la parte fluvial que sigue esperando.
Esta vez actúa el Ejecutivo creando una Comisión Multisectorial de naturaleza temporal, para realizar seguimiento a las acciones adoptadas o por implementar debido al daño ambiental ocasionado por el derrame de petróleo de Repsol, aprobó por unanimidad un plan de trabajo por cinco meses.
O sea, la búsqueda de un mecanismo legal que ayude en la remediación ambiental de lo contaminado, está comisión trabaja con el fin de garantizar una adecuada reparación e indemnización al Estado. Se pensó en algo parecido para esta parte del país que se ve afectada con contaminación desde hace cerca de 50 años. El centralismo sigue afectando tanto como las negociaciones aparentemente amañadas cuando se firman los contratos petroleros.