Desde las 8 de la mañana en el Malecón Tarapacá, frontis de la Quinta Región Militar.



La actividad estará presidida por el General del Ejército Oswaldo Calle Talledo, acompañado de altos oficiales y parte de la tropa militar. También asistirán sus pares de las fuerzas armadas e invitados especiales.
El 9 de diciembre de 1824, se libró la Batalla de Ayacucho, que significó el enfrentamiento definitivo contra el ejército realista que defendía la continuidad del gobierno de la monarquía hispana.
La Batalla de Ayacucho constituye uno de los hitos de la historia del Perú porque se trata del enfrentamiento que selló el proceso de independencia de los nacientes estados sudamericanos. Si bien José de San Martín había proclamado la independencia del Perú en julio de 1821, aún esta no podía considerarse definitiva mientras el ejército hispano se mantuviera en nuestro territorio.
El proceso de la independencia fue muy complejo y el quererla o no, separó a miembros de una misma familia y dividió amistades, debido a que por los sentimientos o ideales que profesaba cada uno elegía defender a la patria o defender al rey.
Asimismo, es importante reflexionar en torno a la coyuntura específica en la que se realizó esta batalla, hecho clave de la consolidación de la independencia.
“Es vital entender que, entre la llegada de Francisco Pizarro a Cajamarca, en 1532, y la Batalla de Ayacucho, han transcurrido poco menos de 300 años de presencia española, y lo que se observa en 1824 es una sociedad totalmente distinta con sus propios rasgos y características”, detalla Pável Elías, historiador y profesor de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Piura.
“No es meramente hispana ni tampoco autóctona; es una nueva comunidad, como señala don José Agustín de la Puente, con sus problemáticas y desafíos propios y forjada dentro de una convivencia complicada entre el hombre español y el hombre andino”, añade.