- Federación nativa de FENACOKA denuncia al Estado por falta de medidas.
Una reciente serie de imágenes aéreas reveló la existencia de una pista de aterrizaje clandestina en la Reserva Indígena Kakataibo, ubicada entre las regiones amazónicas de Loreto, Ucayali y Huánuco.
Las imágenes fueron difundidas a través de la plataforma noticiosa Mongabay Latam, captadas el pasado viernes 15 de marzo y muestran la intervención en esta zona protegida, también evidencian la expansión del narcotráfico mediante la presencia de cultivos ilegales de hoja de coca.
En el territorio, categorizado como reserva indígena desde 2021, habitan comunidades de pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial (PIACI), considerada población vulnerable al depender exclusivamente de los recursos naturales que hay en sus territorios. Ahora estos enfrentan una creciente amenaza por parte de los grupos ilegales.
Las operaciones de reconocimiento, llevadas a cabo por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), en colaboración con líderes de la Federación Nativa de Comunidades Kakataibo (FENACOKA) y representantes del Ministerio de Cultura (MINCUL), tenían como objetivo principal documentar y denunciar el avance del narcotráfico en la reserva.
Tras los hallazgos, FENACOKA expresó su preocupación. Según relatan, la creación de infraestructura como pistas de aterrizaje clandestinas facilita las operaciones ilícitas, incluido el tráfico de drogas, lo cual acelera la degradación ambiental y social de la zona.
No obstante, a pesar de los continuos esfuerzos por denunciar y combatir estas actividades, los líderes indígenas indican que el avance del narcotráfico parece ser inmanejable, minando la seguridad y el bienestar de las comunidades.
Actualmente, existen doce puntos georreferenciados que delinean un mapa detallado de la intervención humana en la reserva, resaltando pistas de aterrizaje clandestinas y caminos forestales ilegales, que evidencian la magnitud de la explotación.
El líder indígena Julio Cusurichi, miembro de AIDESEP, advierte sobre la gravedad de los hechos, señalando que, desde su establecimiento en 2021, se han identificado más de 1500 hectáreas de deforestación ilegal en la reserva, lo cual pone de relieve el nivel crítico de vulnerabilidad al que esta área protegida está expuesta. (K. Rodriguez)