Nunca, ni Alberto Fujimori, ni Alan García, menos aún Alejandro Toledo, los más recientes ex presidentes, han tenido especial consideración con el pueblo de Loreto, especialmente Iquitos, como parece tener el presidente Ollanta Humala, que en reiteradas oportunidades ha venido a interesarse por nuestros problemas y a resolverlos de inmediato.
Luego de conocer la tragedia de Belén, el más grande incendio de los últimos años sucedido en Iquitos, el presidente Humala, acompañado de su esposa Nadine, y del ministro de vivienda, se constituyó en nuestra ciudad para evaluar los daños. De inmediato, como debe ser siempre el comportamiento de un ejecutivo, dictó las medidas del caso, comprometiendo a los lugareños a poner su esfuerzo en la reconstrucción de sus viviendas. Éstas contarán con servicio de agua y desagüe, lo que beneficiará a más de mil quinientas familias del populoso barrio de Belén zona baja.
Pero como no hay mal que por bien no venga, esta es una gran oportunidad para Belén, porque cuenta con el apoyo del presidente de la República. Está interesado en la reconstrucción de este sector, eso hay que aprovechar, porque después no sabemos cómo actuarán con nosotros las autoridades nacionales, si viéndonos como siempre como una despensa de donde ellos se sirven lo mejor, o como una potencia salvaje que hay que pulir para que sirva de sustento no solo a quienes vivimos aquí, sino también a la patria.
Por otra parte, esta nueva tragedia en Belén nos debe llevar a la reflexión, especialmente a sus autoridades, que no tienen un proyecto serio para ordenar el caos y la tugurización en que viven sus pobladores, en viviendas construidas con materiales totalmente inflamables y también deberían comportarse con seriedad y responsabilidad, sin exponer al peligro a su comunidad como que se dio, increíblemente, autorización para que comerciantes informales ocupen las calles de Próspero en ese distrito, lo que ha perjudicado a los bomberos que no tenían facilidades para movilizarse.
Para finalizar, como que somos parte del pueblo de Loreto, debemos agradecer este gesto de solidaridad que ha tenido el primer mandatario con los damnificados de Belén.