- El popular “gordito” Vidaurre culmina una etapa de gestión marcada por obras concretas, compromiso social y una administración que demostró que con gestión y voluntad se puede hacer mucho, incluso con poco.

En la historia reciente de Belén, pocas gestiones municipales han dejado una marca tan visible como la de César Vidaurre. En apenas dos años y diez meses, el popular “gordito Vidaurre” logró lo que muchos creían imposible: ejecutar 16 obras concretas en un distrito que, dentro de la metrópoli de Iquitos, es el que menos recursos recibe del gobierno central.
Con gestión, insistencia y tocando las puertas de distintos ministerios, Vidaurre convirtió cada promesa en realidad. En sus primeros 100 días ya había cumplido con remodelar la histórica Plazuela de Belén, un lugar que antes generaba temor y hoy es punto de encuentro familiar y atractivo para los visitantes.
A esa obra se sumó la mejora integral de la avenida Participación, cuyo asfaltado devuelve fluidez y seguridad al tránsito diario. También destaca la remodelación total del mercado La Casona de Belén, que hoy luce moderno, con mesas de acero inoxidable, sistemas de ventilación e iluminación, ascensor y frigoríficos. “Ahora sí da gusto comprar”, dicen los caseros.
Su palabra también se cumplió con la juventud. El asentamiento humano Paraíso y el caserío 2 de Mayo de Muyuy hoy cuentan con modernas losas deportivas, donde antes solo había tierra y palos que fungían como arco de fútbol. Lo mismo ocurrió en Cardoso, donde una losa abandonada hoy vuelve a brillar con iluminación incluida.
Pensando en la educación, su gestión elaboró el expediente técnico para reconstruir el jardín Lily Vásquez Ribeiro, que había sido destruido por un incendio. Hoy, los niños de Belén tienen un local moderno y seguro.
Entre las grandes obras también se cuenta la conclusión del saldo de obra del Hipermercado de Belén, documento clave para que el Gobierno Central retome su construcción; la carretera Santa María de Fátima – Santa Rosa del Amazonas, que facilita el tránsito y comercio; y el puente del caserío San Andrés, símbolo de integración en la ribera.
El acceso al agua potable fue prioridad. Belén hoy cuenta con plantas de tratamiento en los caseríos de San José y Cañaveral, administradas por los propios vecinos. Además, el asentamiento 28 de Julio recibe conexiones domiciliarias de agua por primera vez.
Otros logros importantes son la elaboración del expediente técnico para el asentamiento humano Sol Naciente, que permitirá su alcantarillado y veredas, la construcción del primer hangar municipal en la historia del distrito —donde se guardarán y mantendrán las maquinarias del municipio— y las nuevas veredas peatonales en Nuevo Campeón y San Francisco, en el río Itaya. Finalmente, la zona sur de Belén contará con su propio alcantarillado pluvial, evitando inundaciones durante las lluvias.
Pero no todo fue cemento y fierro. En la gestión de Vidaurre también hubo espacio para el lado humano. Se priorizó la lucha contra la anemia infantil, se entregaron útiles escolares, se garantizó la distribución del vaso de leche hasta en las comunidades más alejadas.
A los jóvenes se les dio oportunidades reales: la Escuela Municipal de Vóley en convenio con el IPD, la Cepre Belén gratuita con la preparación gratuita y entrega de prospectos para postular a la UNAP, y espacios seguros para el deporte y la recreación.
Los adultos mayores también tuvieron un papel protagónico a través del CIAM, con campañas de “Saberes productivos”, paseos y actividades que los hicieron sentirse útiles y valorados. Y en salud, la gestión desarrolló múltiples campañas médicas, algunas incluso con especialistas extranjeros.
Belén, con César Vidaurre, no solo avanzó en infraestructura, sino también en dignidad, en autoestima y en esperanza. Hoy, su camino continúa en una nueva etapa, con la mirada puesta en representar a Loreto desde un espacio nacional.
Más allá de los cargos o los títulos, lo que queda es una gestión con resultados visibles y un mensaje claro: cuando se gobierna con fuerza, los hechos hablan por sí solos.





