La Oficina General de Bienestar Universitario (OGEBU) te invita a formar parte del Taller de Danzas de la UNAP. Pueden participar de forma voluntaria estudiantes de todas las facultades y niveles, es totalmente gratis. Las inscripciones se realizan durante los ensayos en el Comedor Universitario, los días lunes, miércoles y viernes, de 8:00 a 10:00 de la noche. Pueden aprender danzas folklóricas de costa, sierra, selva y latinoamericana.
El folklore o folclore hace referencia a las creencias, prácticas y costumbres que son tradicionales de un pueblo o cultura. La danza folklórica, son los bailes típicos y tradicionales de una cultura. La danza folklórica suele realizarse por tradición puede ser bailada por cualquier hombre y mujer.
La danza es una forma de hacer arte y expresar lo que se siente. La danza folklórica es una expresión que muestra parte de nuestra cultura escenificada por medio de bailes y danzas representativas de cada comunidad.
La danza es una actividad tradicionalmente vinculada a la educación y a la educación física y artística en particular, así ha quedado de manifiesto una vez explorada su presencia dentro del pensamiento pedagógico a través de la historia.
Entendemos que la danza tiene validez pedagógica porque a través de su práctica puede incidirse en los siguientes aspectos propios de la educación física integrada:
• Adquisición y desarrollo de las habilidades y destrezas básicas
• Adquisición y desarrollo de tareas motrices específicas
• Desarrollo de las cualidades físicas básicas
• Desarrollo de capacidades coordinativas
• Adquisición y desarrollo de habilidades perceptivo-motoras
• Conocimiento y control corporal en general
• El pensamiento, la atención y la memoria
• La creatividad
• Aumento de las posibilidades expresivas y comunicativas
• Favorecer la interacción entre los individuos
La danza tiene validez pedagógica porque puede fomentar el sentido artístico a través de la propia creación (realización de danzas coreografías propias) y de la apreciación de otras creaciones externas (apreciación y crítica de coreografías y danzas ajenas). Mediante su práctica se puede incidir en la socialización del individuo. Puede ser un factor de conocimiento cultural además, un factor de educación intercultural favoreciendo el conocimiento y la aceptación y tolerancia de la realidad pluricultural de la sociedad actual.
Además de desarrollar una actividad artística y entretenida, los ritmos de la danza aportan beneficios en el desarrollo físico como psíquico. Su práctica puede facilitar el desarrollo de las personas como mejores seres humanos, pues no solo es bailar por bailar, sino que se adquiere la capacidad de sentir, comunicarse físicamente, expresar emociones y sentimientos, definir su identidad nacional y actuar de manera libre y espontánea ante los demás, con quienes convive de manera cotidiana.
Es importante que a través de la danza folklórica se forme conciencia en la escuela para enraizar la identidad nacional en los alumnos; pero no solo eso, sino que tengan la posibilidad de entender y revalorar nuestra cultura. Solo mediante el aprecio, goce y disfrute de nuestras raíces, podremos defender eficazmente nuestras costumbres y tradiciones.