Titulares

Expansión urbana ordenada

Los ríos amazónicos están aumentando su caudal y van cubriendo las zonas bajas habilitadas con viviendas de toda nuestra región y en Iquitos en particular en las zonas periféricas de la ciudad, desde donde los pobladores están solicitando como todos los años el “levantamiento de rasantes”.
Se trata de espacios naturales que con métodos artificiales le estamos “ganando” tierra al agua que naturalmente tiene su cauce es las zonas donde hoy se encuentran miles de pequeñas casas levantadas generalmente con madera y techo de hojas de irapay.
Estos lugares inundables tienen la misma característica que Belén zona baja que también se inunda todos los años por la estación de invierno amazónico con frecuentes lluvias tanto en las cabeceras de cuencas como en la parte de nuestra selva baja, que nutren los ríos, lagos y quebradas cumpliendo con un ciclo natural.
Nos preguntamos qué pasaría si a los pobladores del referido sector de Belén se les ocurriría pedir levantamiento de rasante, obviamente que la respuesta sería no de plano, porque en ese sector la fuerza de la corriente no se ha debilitado, como sí ocurre en otros alrededores de Iquitos.
Y la otra pregunta que también nos hacemos es qué va a pasar cuando la fuerza de la corriente retome su cauce y entre por lugares donde ahora se muestra en creciente pasiva y que está habitada por familias que buscaron un lugar sea de tierra o combinado para levantar la casa soñada y en el lugar donde haya más oportunidades de mejorar la vida.
De hecho es un escenario de mucho riesgo y las autoridades del Sistema de Defensa Civil lo advierten desde décadas pasadas. Es más, existe la legislación que prohíbe que se titule viviendas familiares en zonas inundables, que no se habilite sistemas de servicio eléctrico y de agua potable; pero la necesidad real ha superado el mandado legal.
Y qué tenemos? Existen más de cien asentamientos humanos en zonas inundables de los cuales un aproximado de 30% cuenta con los servicios básicos de agua y sobre todo luz artificial, pero el sistema de saneamiento (desagüe) es una calamidad. Son lugares convertidos en focos infecciosos que afectan la salud de infantes, adultos y ancianos. Zonas donde el olor fétido ya no molesta, aparentemente, y los problemas estomacales y enfermedades de la piel resta la calidad de vida.
Y nos seguimos preguntando ¿Este es el desarrollo que queremos para nuestros pueblos y ciudades de Loreto, porque lo que pasa en Iquitos se replica en Yurimaguas, en Contamana, Requena, Nauta, Putumayo, Ramón Castilla y en Maynas, donde estamos los iquiteños.
Dónde han quedado los planes arquitectónicos para la expansión urbana ordenada, dónde el principio de autoridad para que se respete las zonas no habitables. O en su efecto cómo hacer en base a conceptos de alta ingeniería que estos lugares sean nuestro “Venecia” loretano sin riesgosos levantamientos de rasantes, si no, podría ser con una especie de calles puentes que sostengan tubos de grosor técnicamente aceptables para desagüe. ¿Quién se atreve primero a construir presente y futuro sostenible?