¿Es el fin de los calendarios en papel? ¿O más bien el resurgimiento?

En un mundo donde cada vez cobra más fuerza lo digital y opciones como iCal o Google Calendar se imponen para gestionar el día a día, podríamos tener la impresión de que los calendarios en papel están perdiendo fuerza y, por tanto, dejando de ser un regalo promocional tan atractivo como lo eran antaño. Nada más lejos de la realidad; precisamente se está produciendo una vuelta a las agendas y calendarios en papel tradicionales, pues son muchas las personas que tienden a organizarse mejor si plasman sobre papel sus citas, tareas pendientes y fechas que recordar. ¿Quieres saber qué tendencias tienen mejor acogida últimamente? Pues quédate con nosotros.

Un guiño a lo vintage

Imprimir calendarios siempre es un recurso socorrido para obsequiar a nuestros clientes y colaboradores. Sin embargo, la competencia también es consciente de esto y, cuando se acerca el final del año, parece que surge una pugna por lograr que el nuestro sea el elegido para presidir la pared o la mesa. Por eso, este año te ofrecemos algunas propuestas para desmarcarte de lo que ofrecen los demás.

En primer lugar, los calendarios con un aire vintage siempre apelan a la nostalgia de quienes los reciben. Puedes recopilar fotos antiguas de tu establecimiento, logotipos antiguos, las calles aledañas en épocas pasadas… En el caso de los calendarios de pared, puedes elegir una que lo presida o ilustrar cada mes con una imagen. En el caso de los calendarios de bolsillo, puedes imprimir varios modelos. En este caso, no te limites solo a las fotos: apuesta también por tipografías con aires tradicionales. Hay muchísimas entre las que elegir, pero destacamos la Old Printing Press, la Gist Upright Extrabold o la Birds of Paradise.

Diseño minimalista

El auge del minimalismo (esa tendencia que aboga por frenar el consumo exacerbado y ceñirnos solo a aquello que de verdad necesitamos o nos hace felices) también está calando cada vez más en el mundo del diseño. Pero ¿cómo se traslada esta tendencia a algo tan prosaico como un calendario? Muy fácil: para empezar, deberás apostar por tipografías de líneas muy limpias. Si añades un componente lúdico en este sentido, tendrás que dedicarlo a un solo elemento. Por ejemplo, en un calendario minimalista, podrás destacar el nombre del mes en curso con una tipografía divertida y algo más llamativa, pero el resto de las líneas del diseño se mantendrán lo más limpias posible. Lo mismo deberás hacer con los colores: si quieres llamar la atención sobre algún elemento o añadir alguna pequeña ilustración, esta habrá de ser discreta tanto en sus formas como en el colorido. Motivos como las pinceladas de acuarela a modo de fondo para el mes del año también son muy agradables a la vista, pero, nuevamente, la clave está en no sobrecargar.

Calendarios con un extra

Por último, hay otra inclinación que también sustenta este resurgir de los calendarios en papel: los que incorporan un pequeño extra. Si en los calendarios de mesa o pared incluyes, por ejemplo, un espacio que sirva para anotar tareas o citas pendientes durante el mes, estarás ofreciendo un componente novedoso que llamará la atención de tus clientes y colaboradores. También puedes decantarte por formatos menos vistos, como los planificadores de escritorio.

En suma, con los calendarios corporativos, la clave es ofrecer algo útil que, al mismo tiempo, sirva para que tu imagen corporativa permanezca a la vista de tu clientela durante todo el año. Seguro que con nuestros consejos logras hacerte con el lugar más privilegiado.