La frase suena linda y profundamente sensible. El sentido de la humanidad nos ayudaría a solucionar muchos problemas sociales. Curiosamente la tomamos de una expresión del director del Penal de Iquitos, Rafael Villaverde Rengifo, quien dijo que «junto a su equipo humano y otras instituciones» viene apoyando actividades en torno a la próxima celebración del «Día de la Resocialización del Interno Penitenciario», este 16 de julio.
Y es que justamente necesitamos de mucha humanidad para lograr esa ansiada resocialización en bien del propio interno, su familia y la comunidad. Las veces que hemos visitado el Penal salimos con esa sensación de que falta mucha humanidad, para empezar en el trato de mutuo respeto que debe implantarse internamente. Sí, es una tarea muy difícil, pero creemos vale intentarlo.
En esa línea es que debe revisarse la política penitenciaria, para empezar con la ubicación de los internos que la falta de espacios hace que la tensión ronde permanentemente. También una rutina humanizada, que implique un trato firme, pero coloquial de quienes tienen la responsabilidad de tratar con los internos. Claro, hay casos y casos, como tipos de personas y los ilícitos cometidos. Cómo reagruparlos puede ser la clave. Aparte de una serie de actividades que mantenga la dinámica interna.
En estas acciones es que se necesita la intervención de otros actores sociales y las instituciones, por supuesto, pero de forma más constante, en el marco de una rutina articuladora, dinámica, productiva, de focalizar capacidades entre los internos y que revierta en su propia recuperación.
Sí, sabemos que las cárceles no son un paraíso, muchas son más cercanas a lo que podríamos calificar como el infierno. Sin embargo, que siendo institucionalmente su principal objetivo y fin, la resocialización de quien cometió un ilícito, todo esfuerzo en ese sentido pensamos que va ayudar a tener una sociedad con menos traumas que degeneren en la continuidad del delito y la violencia estructural.