Entrevistamos al Ing. Hamilton Chota Tapayuri, supervisor de Control y Métodos de la EPS Sedaloreto para reflexionar sobre la situación de la red de abastecimiento de agua en Iquitos, las amenazas que sufre y sus efectos, la corresponsabilidad de la empresa y de los usuarios para solucionar los problemas y visiones a futuro para asegurar un servicio óptimo y saludable de este bien tan preciado.
¿Cuál sería en su opinión el estado actual de la red de abastecimiento de agua en la ciudad de Iquitos?
El estado de la red de distribución se podría considerar en un estado regular 80% de la red y un 20% en un estado malo. El estado regular es motivado porque contamos con tuberías de PVC o de fierro fundido que están en buen estado. El estado malo viene por tuberías de fierro que tienen más de 50 años y que están obstruidas por el óxido en su interior, siendo necesario cambiarlas.
¿Cuáles son los mayores problemas a los que se enfrentan a la hora de dar un servicio óptimo a los consumidores?
Tenemos dos problemas importantes en relación al abastecimiento de la ciudad: continuidad y presión. En relación a la continuidad, solo podemos abastecer en muchos casos escasas horas a lo largo del día, lo que causa que esos usuarios se quejen del servicio.
En relación a la presión, en algunos tramos de la ciudad es muy baja y los usuarios tienen que excavar pozos, lo que genera un problema de contaminación por filtración de aguas servidas a la que la empresa facilita, por lo que llamamos nosotros presión negativa. En las horas en las que nosotros dejamos de abastecer, la tubería se seca y succiona, arrastrando esa agua acumulada. Cuando nos toca distribuir de nuevo, el agua llega al usuario y la gente dice que está con barro, con gusanos… es un problema de la empresa, pero también de los usuarios.
¿Cuáles son los motivos y efectos de dichos problemas?
Uno de los motivos de la contaminación del agua proviene de aquellos usuarios que manipulan la red de forma irresponsable. Estas personas, por no pagar sus servicios, se conectan clandestinamente. A los tres meses de no pagar la empresa los desconecta y ellos lo hacen de forma clandestina, pero no la hacen bien, produciendo contaminación y que se pierda mucha agua. Eso nos genera dos problemas: dejamos de cobrar esa agua que se consume y se atenta contra la salud de la población, que es realmente lo más importante. Tampoco tenemos los suficientes medidores para los 70000 usuarios que tenemos registrados. La población desperdicia. Como no hay un control, la gente no cuida y en Iquitos hay un volumen de agua no facturada que bordea el 60% y ninguna empresa de servicios puede sobrevivir con estos volúmenes de pérdida.
Los efectos para la empresa son que ingresamos menos, perdemos mucha agua, gastamos energía eléctrica en la planta para bombear desde el Nanay y a las zonas más altas, gastamos productos químicos…
¿Qué soluciones a corto, medio y largo plazo propondría en base a los problemas anteriormente mencionadas?
La solución, como en todas las ciudades modernas, es que esté todo sectorizado, micro medido y controlado, que cada reservorio tenga una cantidad determinada de usuarios, para que la empresa conozca cuanto de agua consumen esos pobladores dependientes de ese reservorio y poder darles lo que se precisa. Otra solución es que la empresa está cambiando en estos instantes instalando nuevas electrobombas tanto en la bocatoma de la captación de agua cruda del río Nanay como también en la planta de tratamiento que va a permitir bombear con presión, con eficiencia y fuerza, mejorando la presión y continuidad. Pero la solución real es mejorar las válvulas y la sectorización micro medida. El poblador tiene que conocer que el agua es salud y por eso debe cuidar y hacer un buen uso.
¿Cuáles son los principales retos de futuro a los que se enfrenta la sociedad iquiteña en relación al abastecimiento de agua?
Los retos de futuro, por ejemplo, son que la población de Iquitos está creciendo. Tenemos calculado que hay entre 37 y 40 asentamientos humanos yendo para el sur. Toda esa población de aquí a poco va a querer agua y desagüe y nuestra red solo llega hasta el Terminal. Estamos proyectando tender una línea de 14 pulgadas que vaya a llevar agua hasta “El Varillalito”, la nueva ciudad de Belén en la carretera Iquitos-Nauta. Esa tubería va a pasar por esos asentamientos humanos y esa población no lo va a aceptar. ¿Cómo vamos a llevar agua a “El Varillalito” si ellos están antes? Van a vandalizar, romper la tubería y robar agua. Estamos coordinando con altas instancias y creemos que la solución es crear nuevas plantas que permitan por ejemplo en esa zona de “El Varillalito”, otra por Bellavista Nanay y otra por la zona del Itaya, que ayuden a la distribución del agua
Recordemos las sequias extremas de 2005 y en el 2010 que dejaron a la ciudad sin agua potable en un 40%. Si no hay agua para succionar es un gran problema. Es importantísimo cuidar esa cuenca, ahora que hay implantado por parte del gobierno el mecanismo legal para ello a través del Mecanismo de Retribución por Servicios Ecosistémicos (MRSE). Nuestra empresa y los usuarios tenemos que trabajar coordinadamente para cuidar esa cuenca e implementar lo que dice la ley y poder sostener el aprovisionamiento de agua de forma sostenible. Debemos de felicitar a NCI porque es un organismo que está ayudando para que este MRSE se haga realidad en Loreto, articulando a las comunidades y en coordinación con otras instituciones.