- Joven no resistió y falleció horas después de un accidente de tránsito
Tanto Kevin Pacaya Tuanama (20) y su padre Edwin Pacaya Pisco, días antes se habían puesto de acuerdo, para darle una sorpresa a su progenitora. Todo estaba listo para que el día de ayer lunes, se lleve a cabo un almuerzo familiar y una pequeña reunión en presencia de sus familiares por el nacimiento de su madre.
Sin embargo, nada hacía presagiar, que esta reunión nunca se iba a dar. Que el almuerzo entre padres e hijo nunca se iba a llevar a cabo.
La ingrata noticia, le llegó a Edwin Pacaya Pisco (38), el día domingo cerca del mediodía, una llamada telefónica, le alertaba que su hijo se encontraba grave en el hospital Iquitos.
Ni bien se enteró de este hecho, se trasladó de inmediato al nosocomio, cuando llegó al hospital, los médicos le dijeron que su hijo no resistió y falleció. El padre protagonizó una desgarradora escena de dolor, no sabía cómo contarle a su esposa que su hijo había muerto. No podía aceptar tal situación.
Toda esa alegría y celebración que se iba a reflejar el pasado domingo en el cumpleaños de la progenitora, se volvió un caos, se volvió un mar de lágrimas, se volvió llanto y tristeza, por la irreparable pérdida del mayor de sus hijos.
Edwin Pacaya, dijo que su hijo se accidentó el domingo a las 9 de la noche, en el kilómetro 1.5 de la carretera Iquitos-Nauta. La Policía de Carreteras le señaló que el joven se había despistado. Sin embargo, el padre de familia no cree esta aseveración. Para él, a su hijo le mataron, a su hijo le asesinaron con la finalidad de robarle su motocicleta. Indicó, que los documentos del joven fallecido, no se encontraban en el lugar donde ocurrió el accidente. Los documentos del joven fallecido fueron a recogerlos por el óvalo del Gobierno Regional de Loreto, en el asentamiento humano Sol Naciente.
Los restos del joven fueron velados, en la calle Río Oder, urbanización Santa Rita de Casia, en el sector de El Terminal, en el distrito de San Juan Bautista. El padre exige justicia y que la muerte de su hijo no quede impune. (C. Ampuero)