- Expresó el padre Agustín Arévalo, en la ceremonia por el día de la Marina de Guerra y el Combate Naval de Angamos.
“Gracias a Dios por los 202 años de creación de la gloriosa Marina de Guerra y 144 aniversario del Combate de Angamos, una gesta que debe evocar patriotismo y amor por el Perú en cada corazón peruano.
Los seres humanos fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, quiere decir que somos parte de la divinidad y que fuimos creados para la trascendencia y para la gloria. Don Miguel Grau a quien con justa razón reconocemos y admiramos, es un fiel testimonio que el ser humano puede alcanzar esa trascendencia, esa gloria.
Su vida entera es una estela que no se ha perdido con el paso del tiempo, sino que se ha hecho más visible especialmente en estos tiempos difíciles donde la mediocridad, el individualismo y lo relativo, acechan al ser humano.
Su testimonio de vida, es fuente de inspiración para todos nosotros, pero debe ser aún más para quienes visten el uniforme de la patria, sus valores y principios. Su inquebrantable fe, su intachable moral, no es otra cosa que el faro que nos debe guiar para no encallar en el mal y la mediocridad.
Hoy todos los peruanos estamos de fiesta, todos somos Grau, los exhorto a vivir esa vocación de trascendencia, de gloria, que se vea reflejada en el ejercicio de nuestras profesiones, en nuestra fe, en nuestros valores, en la entrega generosa de todo nuestro ser al servicio de la patria y sus ciudadanos por quien Miguel Grau ofrendó su vida.
Hace 159 años que la gloriosa Marina de Guerra está presente en la Amazonía, dejando en alto los valores institucionales y manifestando un inquebrantable amor por el Perú. Pido al señor que siga bendiciendo a nuestra armada peruana en la labor que realizan en la Amazonía y de la que soy testigo.
Que la vocación de cristianos nos mueva siempre a buscar lo verdadero, encontrar lo justo, lo limpio, todo lo que es fraternal y hermano, valores morales que merecen alabarse y que nos permita construir una sociedad más justa, en donde todos los peruanos vivamos con dignidad.
Pienso de manera especial en los más pobres y sencillos, a quienes estamos en diversas tareas o puestos, hay que escuchar y velar por su bienestar. Ejemplo del Caballero de los Mares, él no dudó en ayudar al enemigo abatido en el mar, dándonos ejemplo que la dignidad humana prevalece por encima de todo” expresó el joven padre entre otras palabras que emocionaron a muchos.