Elecciones: comienzan las promesas.

Semejante a una copiosa lluvia tropical desatada con violencia sobre nuestra superficie terrestre, cayó en los predios nacionales lo que podría llamarse el inicio de una campaña presidencialista donde prometer no cuesta nada.

A todos sorprendió que el líder de Perú Posible sin mediar interrogante alguna y podría decirse que hasta inopinadamente,  se lanzó a la piscina hasta ahora sin ocupantes para pregonar su primer acto de gobierno centrado en la promesa de otorgar un aumento de 100 x 100  de sueldo a los maestros.

Si el sector magisterial no tuviera especialistas en materia política y sobre todo experiencia en cuanto a promesas electorales que nunca se cumplen, ya podríamos ir  diciendo que Toledo será  el nuevo presidente del Perú dado a que el volumen electoral del magisterio bien puede definir una votación presidencial, salvo que la CGTP y otros gremios cierren filas tras otro candidato visible y la repartija haga  quebrar cualquier seguridad de triunfo inmediato.

Pero accediendo a un análisis profundo de lo que es y ha sido toda  campaña política para llegar a la presidencia del país, encontramos el camino lleno de abrojos llamados promesas nunca cumplidas, y las mismas son una considerable suma.

Como ejemplo podríamos poner la tan mentada irrigación de Olmos, acto que incorporaría miles de hectáreas de cultivo al agro peruano, pero dicha promesa que nació como iniciativa y promesa de un presidente nacional chiclayano a saber, don Augusto B. Leguía Salcedo, nunca se cumplió.

A dicho presidente siguió la promesa de don  Manuel Prado y Ugarteche y luego el arquitecto Fernando Belaúnde Terry, y muy esporádicamente otros que ocuparon la presidencia por temporadas cortas, pero que veían en la ejecución de tal obra un acto grandioso, pero inexplicablemente   la misma nunca se ejecutó.

En cuanto  a Loreto se habló y se prometió elevar el canon petrolero al 15 % pero hasta ahora nada. Podríamos seguir enumerando otras muchas promesas nunca  cumplidas, pero creemos que el señor Toledo ha cometido un error al anunciar tal promesa, pues con ello ya avisó a sus potenciales contendientes hasta donde pueden  llegar sus promesas en procura del  triunfo, pero sus opositores sabrán encontrar como evitar que tal cosa suceda y eso sin lugar a dudas va calentando el panorama electoral.