Una aproximación histórica del distrito de Yavarí
El Yavarí, olvidada y alejada desde una visión costeña, acaso puerta de entrada al Perú desde una visión loretana, reserva de bio recursos de madera y de petróleo.
En esta selva habitada probablemente por descendientes de los Tupi-Guaraníes de donde, abrazando parentela están como moradores de este territorio los grupos étnicos YAGUAS, TICUNAS Y MATSÉS, a quienes se suman (según algunas crónicas) poblaciones de indios provenientes de la Selva Alta del Huallaga que huyendo de la epidemia traída por los españoles llegaron hasta el Alto Yavarí.
La época republicana generó un problema de límites con el UTI POSIDETIS (TODO LO QUE POSEISTE LO SEGUIRÁS POSEYENDO), ya que Portugal tras librarse del dominio Español aplicó una política expansionista que amenazaba con invadir estas poblaciones hasta muy entrada la república. Datos históricos revelan que grandes grupos humanos de Ticunas comenzaron a huir de los esclavistas Portugueses que penetraban más y más al Solimoes o Amazonas. Ello produjo el desplazamiento de los Yaguas hacia dominios Españoles que entonces estaban en manos de los Jesuitas. Cuando los Jesuitas fueron expulsados de España tuvieron que dejar estos territorios y con ello la protección y educación de los indígenas quedó en nada como ocurre hasta nuestros días.
En el año 1,856 se firma una primera carta de intención; sin embargo, el Perú continúa demostrando que jamás le interesó la alejada e inhóspita selva, hasta que el presidente el Gran Mariscal Ramón Castilla, provisto de una visión global del Perú, envía en 1886 los primeros barcos a vapor a estos territorios que avanzaron río arriba hasta el caserío de Iquitos donde se instala una factoría reconociéndolo desde entonces como el principal puerto fluvial del Perú, hecho que se acepta como un acto de fundación de la actual ciudad.
No obstante haber sido Castilla que advierte con visión futurista que SI CHILE COMPRA UN BARCO DE GUERRA PERÚ DEBERÍA COMPRAR DOS, nunca se hizo realidad porque el apetito voraz por el dinero de los siguientes gobernantes vio en el Estado y los recursos de Perú la posibilidad de enriquecerse. De allí que del presidente Ramón Castilla sólo heredáramos su nombre y un lema que nadie recuerda ni nadie le da importancia en el escudo de la provincia: FRONTERAS VIVAS, así como al lema que a nadie tampoco le importa en el escudo de Iquitos, TUS HIJOS HARÁN TU GRANDEZA.
Durante la guerra de 1,879 en que Chile arrasó con el Perú, Loreto entregó sus hijos como soldados para defender Lima cuyos nombres los encontramos en el Obelisco de La Plaza de Armas de Iquitos, pero Lima, jamás se sacó el alma por un palmo de la selva cuando había que defenderla. La reconstrucción del Perú absorbía a los gobernantes, herederos de una época corrupta cuyos malos hábitos habían aprendido ya que seguían chupando la sangre del Perú y decidiendo su destino en los grandes salones sociales y enviando a sus hijos a las Europas permitiendo que la selva sea recortada ya que Colombia y Brasil eran los mejores extractores de caucho entre 1,900 y 1,910 año en que el Gobierno Peruano decide aceptar los cuestionamientos hechos en contra del mayor cauchero peruano, Julio C. Arana, en el sentido de maltratar a los indígenas, con lo que dejan de lado la defensa territorial y la explotación de este recurso porque al final sólo se trató del interés por el Petróleo en el Trapecio amazónico descubierto por el geólogo Inglés, Belth.
Augusto B. Leguía permite entonces el acuerdo de navegabilidad de los barcos Peruanos en el río Amazonas atravesando territorio Brasilero a cambio de la entrega de territorio, el mismo que partía desde la boca del río Yavarí siguiendo su cauce hasta donde terminase, solo que, en una demostración de falta de compromiso con la patria, los burócratas haraganes de siempre, nunca comprobaron dónde termina el Yavarí puesto que mientras más se le seguía más entraba en territorio Peruano, cediendo así más y más territorio a Brasil, que si hubiera podido, llegaba al Ucayali y esa hubiera sido la línea limítrofe. Brasil no tiene culpa en esto, eran los peruanos carentes de visión nacionalista los que lo permitieron. Para ellos era suficiente y demasiado ocuparse de la reconstrucción de Lima, su capacidad no daba para más, y aunque no reconstruyan el resto del Perú, Lima y su centralismo era todo para ellos, desde donde se decidía y se decide las elecciones, el cambio de gobierno y la suerte de las provincias.
En 1,922 con el tratado Salomón- Lozano firmado en secreto por Leguía, se entrega a Colombia enormes extensiones de tierras que iban desde el río Caquetá al Putumayo conocida como trapecio amazónico, franja que incluía Leticia, hecho que constituye una traición a la población del Yavarí, quien reafirma su peruanidad y protesta sin encontrar eco en las autoridades peruanas.
Con el derrocamiento de Leguía por parte de Sánchez Cerro en 1930, éste no solo encuentra un país endeudado ante los norteamericanos que impusieron la entrega del Trapecio Amazónico incluyendo al pueblo de Leticia, como compensación a Colombia por la pérdida de su territorio (actualmente Panamá), sino también tuvo que golpear la revolución aprista que se sublevó en Trujillo en 1,932, año al que se le conoce como el AÑO DE LA BARBARIE por la cantidad de muertos, fusilados y desaparecidos.
Bajo estas circunstancias y con la presión de los diputados loretanos y las protestas de Iquitos, Pucallpa, Caballo Cocha y los mismos leticianos. Luis M. Sánchez Cerro organiza la recuperación de Leticia, el 01 de Septiembre de 1,933 decide poner a un lado la presión internacional a favor de Colombia y aceptar el llamado de la patria ordenando a su hombre de confianza, el General Óscar R. Benavides, la movilización de tropas en Iquitos y el desplazamiento de 20,000 soldados a la línea de frontera.
Entonces, todos estos territorios eran zona de gran movimiento bélico. Los aviones peruanos ya habían enfrentado a los aviones colombianos haciéndoles desistir de seguir con su ataque. Colombia se unía más, argumentando que Perú invadía su sagrado territorio, escenario histórico donde surgen las figuras patrióticas del Sargento II Fernando Lores Tenazoa, el Soldado Alfredo Vargas Guerra y otros que ofrendaban sus vidas en defensa de la patria. Colombia esperaba un milagro diplomático para una culminación pacífica del conflicto, el médico colombiano que quiso salvar la vida del moribundo Sargento Lores así lo demostraba y de pronto, el presidente de Perú, el hombre que acababa de ordenar el envío de 20,000 soldados a defender la frontera, era asesinado en el Campo de Marte en Lima mientras pasaba revista a la tropa. Luego del hecho, más bien el General Óscar R. Benavides, el hombre de confianza de Sánchez Cerro, asumía la Presidencia de Perú y presentaba las disculpas al Gobierno colombiano por la actitud «indigna» de aquellos peruanos y los condenaba a diferentes penalidades.
La ayuda a los loretanos que ocupaban Leticia nunca llegó.
Aquellos hombres no volvieron más, se quedaron a tragar su rabia y su frustración, algunos con el correr de los años fueron enterrados en Brasil y otros perdidos en el tiempo, murieron sin haber visto jamás una política adecuada de desarrollo de nuestra frontera.
En 1,943 don Manuel Prado y Ugarteche no queriendo perder más territorio crea el DISTRITO DE YAVARI el 02 de Julio de ese año, quizá lo hizo basado en una visión de desarrollo y justicia, aunque el caucho ya había decaído y el mercado se había trasladado al Asia, Manuel Prado tuvo también quizá otro motivo, la reivindicación histórica de su familia, ya que fue su padre el presidente Mariano Ignacio Prado, quien abandonó al Perú en plena guerra con Chile llevándose los dineros que eran para comprar armas en Europa y nunca regresó. Tal vez ese sentimiento de culpa lo llevó a crear el Distrito de Yavarí y allí quedó, no se esbozó una política de desarrollo para estos pueblos ya que Lima jamás se interesó por la selva como se interesan por los impuestos a los caucheros puesto que este recurso sostuvo el tesoro público durante los años que va de 1,900 a 1930. Hoy, tenemos desde 1,970 el petróleo y nadie sabe el uso de una fórmula matemática para una entrega justa del CANON PETROLERO y desde el 2,004 tenemos las concesiones forestales que, aunque injusta para el extractor, permite mayor dinámica de la economía y sin embargo Lima la está matando con normas que limitan la inversión alentando con ello la falta de trabajo y su secuela de hambre y desmoronamiento moral de su gente.
Si el Gobierno Central continúa decidiendo la vida de los que viven en la selva bajo la imagen de los burócratas limeños que nunca llegaron a la frontera, ya que no quieren incomodarse con el calor del sol, la lluvia, el barro y los mosquitos, o porque creen que las víboras y boas se atraviesan en nuestro camino y porque creen que los cholos de acá estamos acostumbrados a soportarlo todo, nuestro atraso queda garantizado por muchos años más.
