“El Último Sabio Omagua”: Una Distinción Póstuma

Por: Rulfer Vicente Huamaní
E-mail: rulfer_v@hotmail.com

 

Se ha parafraseado la novela de James Fenimore Cooper, el Último Mohicano una novela histórica, publicada por vez primera en 1826, para referirnos al sabio Omagua Arnaldo Huanaquiri Tuisima que consagró su vida en custodiar las expresiones culturales de sus ancestros. Nació el 07 de febrero de 1933 en San Joaquín de Omaguas, distrito de Nauta, provincia de Loreto, hijo de Don Lizardo Huanaquiri Tamani y doña Amalia Tuisima Huanío, estudió la primaria hasta el segundo grado en San Joaquín de Omaguas, a la edad de 16 años se alistó voluntariamente en el ejército y sirvió a su patria durante dos años en el cuartel de Emirí, en el rio Yavarí. Contrajo matrimonio con Celestina Marín Pizango, procreó 13 hijos. Entre los años 1976 y 1978 ejerció labores de alfabetizador en Santa Ana comunidad cercana a Tamshiyacu, donde adquirió nuevas experiencias, conocimientos y destrezas; asimismo, entender los cambios sociales y culturales del pueblo Omagua.

Don Arnaldo, apodado por los lugareños y amigos como Huasho o Mocho, fue un personaje extravertido sin arrogancias, más allá de su sapiencia y de las anécdotas personales forjados en un ambiente natural, creció en el fundo familiar percibiendo toda clase de silbidos y sonidos, cazando animales del bosque tropical circundante, aunque también vivió una parte de su vida en la comunidad de Peruaté y Pebas dedicado a la extracción de madera, shiringa y yute; poseía dos grandes emociones: miedo a Dios el todopoderoso y amor por sus semejantes, en cada onomástico familiar hacia aflorar su espontaneidad musical con cualquier elemento casero. Desde su juventud desplegó su condición de autodidacta, aportando al conocimiento y defensa de su lengua ancestral, primero aprendiendo a escribir en lengua omagua; en sus tiempos libres recopila los mitos y leyendas; redacta un diccionario bilingüe castellano-omagua y la primera propuesta de la gramática Omagua; es entonces cuando lo descubren como el “sabio Omagua”, orgulloso refería haber enseñado y concedido todo su conocimiento sobre los omaguas al lingüista Leo Michael y a otras tres estudiantes de la Universidad de Austin Texas EE.UU. Los amigos que alguna vez nos enfrascamos en largas tertulias en su hogar del fundo “Moyobambillo” en San Joaquín de Omaguas, recordamos con nostalgia su prosa con amplitudes genuinamente poéticas, como la historia de El Dorado enaltecido románticamente.

Nuestro sabio, relataba con añoranza que, hace poco más de 30 años, la lengua Omagua presentaba diferencias dialectales, dependiendo de la zona donde se encontraban sus hablantes que, entre los años 2000 y 2010 habían fallecido muchos de ellos, siendo San Joaquín de Omaguas el último pueblo con mayor población de habla Omagua, a partir de aquella década los descendientes solo la entendían, pero no la hablaban; y un 94.9%, que ni la hablaban ni la entendían; siendo sus hijos y familiares cercanos que representa el 5.1% de los cuales solo el 2.1% hablaba la lengua Omagua y el 3.0% restante tenía conocimientos básicos, la entendían y la hablaban poco. Asimismo, informaba que, el proceso de lectoescritura no solo en Omagua, sino en otras lenguas no se daba en las escuelas y colegios, menos aún en las instituciones superiores.

El aprendizaje de las lenguas originarias en la Amazonía peruana

En general, el aprendizaje natural de las lenguas originarias en la Amazonía peruana ha cambiado con el paso de las generaciones, pues mientras entre las personas adultas mayores de 60 años, que corresponden a la población que no ha tenido mayor formación escolar, son quienes poseen un mejor conocimiento de su lengua materna y prefieren el uso de la lengua ancestral, no sucede lo mismo entre hijos y nietos que utilizan de manera preferente el castellano. En el caso de los Kukama de la comunidad nativa de Puerto Prado, distrito de Nauta, río Marañón, los padres hacen uso exclusivo de ella para comunicarse con sus hijos, y en el quehacer cotidiano utilizan el castellano, o suelen alternar las dos lenguas. Mientras en las comunidades nativas de las cuencas de Morona, Cahuapanas, Pastaza, Chambira y Tigre, afluentes del Marañón, Curaray, Mazán y el Napo; Algodón, Yaguas, Eré, Campuya, afluentes del Putumayo; los matsés y tikunas del Yavarí, en sus expresiones culturales y trabajos comunitarios (mingas) siguen usando de manera preferente la lengua nativa; lamentablemente el Omagua está considerada como una lengua en peligro de extinción.

El estado peruano a través de instituciones descentralizadas promueve la revitalización de lenguas originarias, un compromiso que el Ministerio de Cultura tiene por la defensa de los derechos lingüísticos, para fortalecer la identidad de los pueblos originarios. Sin embargo, este interés se ve afectado por la supremacía de castellano en la enseñanza escolar. En esa medida, el castellano se va posicionando como la lengua común de todas las generaciones de los pueblos originarios. Pese a esta realidad, se debe reconocer que, además del castellano, las lenguas originarias en general también pueden tener un espacio equivalente en el ámbito educativo

Ultimas peripecias y fallecimiento del sabio Omagua

La vida esplendorosa o de angustia de todo ser humano acaba, llega más pronto o más tarde, así nuestro sabio aquejado por los achaques propios de la edad, el 10 de agosto del año 2013 a la edad de 80 años es trasladado a la ciudad de Iquitos, convencido de sobrevivir y con la esperanza de retornar a San Joaquín de Omaguas, pasó los últimos tres años de su vida postrado en el hogar de su hija Zoila Huanaquiri Marín en el sector de “9 de Octubre” distrito de Belén. Siempre dispuesto a recibir a los intelectuales nacionales y extranjeros; otras veces a funcionarios públicos, a quienes solicitaba apoyo para la publicación de sus manuscritos. Tras espectar por televisión el desfile militar del año 2016 y escuchar por radio el himno nacional en quechua, decide traducir el himno nacional del Perú en lengua Omagua, antes de concluir su objetivo, el día 20 de diciembre de aquel año, a la edad de 83 años, una fulminante neumonía acabó con su vida, el sabio Omagua dejó inconclusa la trascripción. Los manuscritos hoy son un legado para los loretanos, una fuente indiscutible para los lingüistas e historiadores.

En conclusión, en los tiempos modernos e inciertos en que se desmoronan las manifestaciones culturales concibiendo desesperanzas colectivas en los pueblos originarios y aprovechando la proximidad del Día Internacional de los Pueblos Indígenas y de saberes ancestrales (09 de agosto), es posible una Distinción Póstuma al sabio Arnaldo Huanaquiri Tuisima que, en vida fue un “políglota” que hablaba también el kukama y yagua. Sus hijos y nietos la recuerdan: “…Caminando y huactapeando por las riberas del río Aamazonas y las calles de San Joaquín de Omaguas sin disipar la noción de tiempo y la realidad, siempre anhelando enrumbar al encuentro del Gran Dorado del Marañón…”.