- Merced a las conversaciones entre el CETA y la Universidad Científica del Perú.
- Biblioteca Amazónica se puso a disposición de todos los lectores e investigadores.
En la sala de lectura «Padre Jesús San Román», anoche en ceremonia protocolar se reabrieron las puertas de la Biblioteca Amazónica, tras un convenio firmado entre la Universidad Científica del Perú – UCP y el Centro de Estudios Teológicos de la Amazonía – CETA, cuyo director el Padre Joaquín García Sánchez, tuvo emotivas palabras en su discurso de agradecimiento a la universidad en mención. En la ceremonia estuvieron autoridades de la UCP, monseñor Miguel Olaortua e invitados.
«Estoy tan sumamente emocionado, que no sé cómo comenzar y casi ni puedo hablar» y tituló la reunión como `Regresar al Olvido´ y se remontó al día 20 de mayo de 1972, hace 44 años cuando las puertas del CETA «se abrían lozanas y esperanzadas en una nueva etapa de la iglesia, después que el Concilio Vaticano abría las puertas para mirar al mundo de una manera respetuosa a las diferencias».
«En realidad era esfuerzo local y regional por abrir los misterios de la vida a los fieles, para alcanzar palabras que acogieran a todas las culturas marginadas históricamente. Desde el primer momento la institución académica laical funcionó con una pequeña biblioteca donde habían dejado generosamente sus libros los agustinos que entonces trabajaban en esta ciudad y que ya partieron a la casa del Padre. Larga es la historia de este lugar donde nos encontramos esta noche», dijo García Sánchez.
Siguió rememorando: «El 26 de mayo de 1992, por anuncio del entonces presidente regional de Loreto, Gilberto Alván Acosta, mediante acuerdo de la Asamblea Regional entregaron el local donde funciona actualmente. Esta Biblioteca Amazónica para los investigadores se la dedica a Iquitos como un regalo para culto del espíritu».
El padre Joaquín señaló: «Hoy merced a las conversaciones entre el CETA y la Universidad Científica del Perú, el lugar abre de nuevo las puertas de este santuario del saber, pone a disposición de todos los lectores e investigadores de esta universidad del mundo».
Hizo mención a que estas instalaciones en el corto tiempo de su historia, cerca de un cuarto de siglo, ha podido contribuir a la recuperación de la memoria de la Amazonía en una serie de libros y otros valiosos elementos decorativos que a partir de hoy pone a disposición de la causa de la selva, sobre todo en su aspecto histórico, antropológico y literario.
La Biblioteca Amazónica cuenta con una colección especial de la serie Monumenta Amazónica, que es como la bandera insignia de este centro del saber, colección de libros de todas las fuentes históricas de todos los países Amazónicos supondrá un total de 150 volúmenes.
«Dentro de la cantidad de libros, hasta el momento unos 30 mil, existen libros dedicados a los siglos pasados, entre ellos destacan la primera edición de Cristóbal D’Acuña, la primera edición del siglo XVII del famoso viaje de La Condamine, la primera edición del Perú de Raimondi, y otras producciones como la Ley de Indias de 1512. Así como las aproximadamente 10 mil fotografías de fines del siglo XIX, y demás materiales de gran valía como colecciones de revistas heredadas por Alfonso Navarro Cáuper», enumeró el director del CETA.
(D.López)