El gran Nemhías nos necesita

-El ídolo loretano sufre delicada cardiopatía

Por: Raúl Herrera Soria

Hablar de Nemhías Mera es referirnos a cosas mayores. En la historia del fútbol de Loreto y particularmente de CNI está inscrito su nombre entre los grandes, como corresponde a los futbolistas que nos entregaron momentos sumamente emotivos y llevaron con sus habilidades a situaciones relevantes en la historia. En el caso de Nemhías sus goles llegaron en los momentos precisos, sus servicios de gol en los instantes más esperados. Ahora a sus 56 años de edad busca el ansiado gol que prolongue su vida, y para esa jugada necesita la ayuda de todos.

Nemhías Mera forma parte del clan Mera, los hermanos que llegaron a lucirse y a hacer buen fútbol en la Liga y el profesionalismo. Juan fue uno de ellos, ya fallecido; pero Josué, habilidoso, fuerte y correcto centro campista quien inclusive llego a la profesional. Aunque el que fue más lejos fue Nemhías, quien saliendo del José Olaya, el equipo de su barrio, pasó por San Lorenzo de los hermanos Vela Armas y luego por el José Pardo para llegar a CNI donde fue dirigido en su debut por Alberto toto Terry. Fue uno de los iquiteños más notables en la esfera del fútbol peruano.

La vida es así. El trajín, el desgaste humano pasa la factura. El hombre acusa sus dolores, el resultado de sus esfuerzos. Nemhías Mera sufre el agotamiento de sus años, daños en las articulaciones que son frutos de su paso por el fútbol y su corazón está afectado severamente, se encuentra seriamente dilatado y solamente le podrá salvar una operación a pecho abierto y para eso no tiene dinero, ni un seguro previsorio que lo haya tomado alguna vez.

La vida es así, a unos con pocas virtudes y habilidades le da mucho más de lo que se merece. A este hombre que nos hizo levantar de nuestros asientos en el viejo Max Augustin con sus goles y sus excelentes jugadas, el fútbol le ha esquivado los beneficios que hoy le da a los grandes. El 86 y 87 se fue de Iquitos en busca de mejor porvenir y llegó al Alfonso Ugarte de Puno que era dirigido por Máximo Carrasco, pasó por el Bolívar de La Paz donde no pudo jugar por falta de cupo para extranjeros, aunque de allí fue hacia mayores altitudes: al San José de Oruro, de donde el frio lo corrió a Tacna para acabar su carrera en el Bolognesi.

Ahora su actividad como técnico no la puede desarrollar debido a que el oxigeno con que debe ser alimentada su sangre no le llega en el volumen mínimamente requerido, siente el agotamiento con solamente caminar debido a que el corazón está debilitado y requiere muy urgente una operación. Necesita a sus amigos los dirigentes deportivos de CNI, aquellos que confiaron en él como jugador y hasta como directivo, en el momento que alentaron su elección como presidente de la institución alba en 1996. Reposa la mayor parte del día en su vivienda de la avenida Cáceres frente al complejo de CNI.

Graduado como entrenador de menores en la Escuela de Entrenadores de Fútbol de Lima (ESEFUL), hizo su trabajo en el Proyecto River Plate en Tacna, Arequipa, Moquegua, Tumbes y Pucallpa. Es su deseo, desarrollar sus conocimientos con los niños para contribuir con ellos a su formación mediante el dominio de los fundamentos del fútbol. Ahora mismo espera la oportunidad que le pueda dar el presidente de la región, Iván Vásquez Valera, para integrar las unidades técnicas de las escuelas regionales de fútbol, quizá al lado de su hermano Josué Mera y de Ricardo búho Reyna en la unidad que se tiene proyectada en Nauta.

Nemhías Mera es la historia que aún vive, que tiene la riqueza de su recorrido cargado de experiencias y excelentes logros para CNI. La dolencia cardiaca que tiene no le margina de la ilusión de entregar al fútbol peruano las cualidades de uno de sus hijos poseedor de las dotes de gran jugador, caballero y virtuoso que a los 13 años de edad es una gran promesa: Edson Mera Córdova.

Nemhías Mera, es la fuerza de la historia que los futbolistas de hoy deben conocer por lo que hizo y por lo que puede hacer. Quienes podamos ayudarlo hoy, harán posible tenerlo por mucho tiempo más.

MERA