Hay momentos en la vida deportiva de cualquier futbolista de alto nivel que quedan guardados en su memoria para el resto de sus días. En este sentido, en una entrevista exclusiva a Santos Borré, el delantero recuerda una temporada para el recuerdo que desembocó en el título de UEFA Europa League.
Las rondas eliminatorias no fueron nada fáciles, pero sí muy motivantes por haber dejado atrás a equipos grandes que marchaban como favoritos para ganar la Europa League.
Para el delantero colombiano, las cosas todavía tenían que salir a la perfección para que el objetivo se cumpliera, y eso sólo sería luego de vencer al Rangers de Escocia, el rival en la tan ansiada final del torneo.
El estadio, el Sánchez-Pizjuán de Sevilla, era la sede de lo que sería un partido inédito en la historia del torneo, pero también histórico para las Águilas, que llegaban por primera vez a esta instancia y con buenas posibilidades.
La iniciativa se dividía entre los dos equipos, que buscaban los huecos y las mejores oportunidades para generar ocasiones de gol. Pero sólo hasta el minuto 20 pudimos apreciar una clara que no pudo ser, cuando el portero escocés desvió el disparo que Knauf realizó desde casi el área chica.
Para sorpresa de los alemanes, el Rangers se mantenía muy ordenado, pero siempre que tenían el balón, se cargaban con esa sensación de peligro que no dejaba a la media cancha del Frankfurt actuar como estaba planeado.
Un partido muy cerrado y hasta rasposo que, unos dirán, era digno de una final, aunque otros podrían argumentar que se hacía un tanto aburrido.
A partir del minuto 25 pareció que les dijeron a los jugadores que estaban disputando una final, porque de ambos lados comenzamos a ver diferentes oportunidades, aunque más claras para los del norte de la Gran Bretaña.
Y como en todo partido de este tipo, la polémica tenía que aparecer, cuando Santos Borré trató de ir profundo en el área para buscar centrar y el defensa le cometió una falta, pero el árbitro no la vio, y tampoco la revisó.
Sin embargo, el juego físico comenzó a mellar en lo anímico, y un error en la defesa alemana les costó muy caro, porque el Rangers aprovechó para marcar el primer gol del encuentro. Balde de agua helada.
Pero no se rindieron nunca y la oportunidad llegó, también de la mano de un error defensivo, pero con el olfato goleador de Rafael, se ponían las cosas 1-1, en un centro a primer palo que se paseó por el frente del arco para que el Comandante lo firmara.
Se terminó el tiempo regular y en los tiempos extras, el Eintracht se salvó de la mano de Kevin Trapp, el arquero, que detuvo una clara del equipo escocés. Así llegamos a los fatídicos penales.
Tuvimos a dos héroes en este partido, dos jugadores que definieron el título. Trapp al detener el tiro de Ramsey, y Santos Borré, al anotar los dos goles que los llevaron a levantar la copa como campeones.
De los momentos especiales en esta UEFA Europa League, el delantero colombiano escoge los que más se quedará en la memoria:
“La noche en el Camp Nou, la noche en nuestro estadio contra el West Ham, y por supuesto la final en Sevilla. Son esos momentos que se quedarán en mi memoria para siempre.
Y en esa final, tuve la tranquilidad de enfocarme en lo que tenía que hacer. Bajar los decibeles para poder tomar la mejor decisión sobre qué era lo mejor en ese momento. Estoy muy contento de haber podido anotar los goles para que pudiéramos ser campeones”.
Sin duda que en los momentos decisivos del Eintracht Frankfurt, Rafael Santos Borré tiene mucho que decir, y este logro lo demuestra.