A propósito de sanciones y expulsiones de militantes.
Por: Edgar Valdivia Isuiza
Email: evaldivia87@yahoo.es, evaldivia87@hotmail.com
En las últimas semanas los apristas de todo el país, hemos asistido a un sinnúmero de escenarios en el cual se ha puesto en tela de juicio la imagen, la personalidad y la prestancia de nuestra histórica organización política. Cuadros dirigenciales de primer nivel se han mostrado ante la opinión pública en una inédita confrontación de estados de ánimo, provocados por la coyuntura política nacional.
Frente a tales escenarios, considero que es necesario realizar una profunda reflexión sobre los roles, que cumplimos todos y cada uno de los apristas, para dotarle a nuestro Partido de los instrumentos que sintonicen con el sentimientos popular.
Las circunstancias que producen los fenómenos políticos no pueden sumirnos en una biliosa y vitriólica retahíla de dimes y diretes, que nos hacen perder el norte y el rumbo de nuestra personalidad como Partido. Es estrictamente necesario que se restituya la serenidad, la ponderación y la prudencia en el ejercicio de las responsabilidades dirigenciales, más todavía si lo que buscamos es cimentar la inserción del aprismo en términos de eficacia en el tejido social peruano. Las decisiones que asuma un gobierno, que no es el nuestro, no debe soliviantar en ningún sentido la estructura orgánica de nuestro Partido. No perdamos la perspectiva de organización política de primer orden.
Que un militante o dirigente asuma posiciones contradictorias al quehacer orgánico del Partido por sus decisiones tecnocráticas, no puede convertir a la institución en una batahola de apoyos o rechazos, en desmesuradas sanciones o declaratorias de guerra sin contenido. Es importante que el Partido en los niveles que corresponde, tamice con propiedad y responsabilidad los temas sensibles a la luz del interés supremo del aprismo, que concuerdan escrupulosamente con los intereses del Perú.
Por ello en el aprismo loretano, expresamos reflexiones propositivas que contribuyan a restituir equilibrios y a forjar escenarios para construir el aprismo del futuro, trabajar por la unidad corporativa y fundamentalmente dar mensajes solidos al Perú que somos un partido que trabaja para todos los peruanos y apuesta por el crecimiento y el desarrollo sostenible del país.
Ante tales reflexiones reiteramos que No perdamos la fe…. el APRA, siempre con el pueblo, es el grito de batalla de militantes anónimos que concurren y participan con entusiasmo y convicción en cuanta actividad realiza el Partido del Pueblo en distintas comunidades, distritos y provincias de la región Loreto y de todos los rincones del país. Curtidos agricultores, intrépidos madereros, comuneros nativos, maestros con mucha entereza asumen el aprismo como una ruta de valores y principios, mujeres que trasuntan en el partido del pueblo un sentimiento de identidad y empoderamiento, jóvenes que asimilan el valor de lo que significa ser aprista, forman los cuadros del relevo y renovación generacional y dirigencial del aprismo amazónico enfrentan con estoicismo cuanto desafío tienen al frente.
Todos ellos, tienen un propósito común, cerca, a la distancia o desde lejos afincan su grano de arena para reafirmar la urgente necesidad de desarrollar escenarios que por sus especiales, inéditas y estratégicas características contribuyan al reimpulso de la dinámica organizativa del aprismo, en el supremo afán de establecer lineamientos y propuestas que fortalezcan y acrecienten el desarrollo corporativo del APRA, más todavía si palpamos que con férrea convicción, hemos asimilado con grandeza los estertores que ha causado en la organización la partida del jefe y fundador del aprismo Víctor Raúl Haya de la Torre.
En Iquitos, el 23 de febrero del 2018, como en otras jurisdicciones de la región Loreto, los apristas militantes y cercanos, al influjo de … el APRA nunca muere, celebrarán con entusiasmo los 124 años del maestro fundador del aprismo, planteando reflexiones sobre la inevitable renovación dirigencial y el relevo generacional, asimilando los desafíos que está causando la sociedad de la información y los retos que genera la industria del conocimiento, que hacen más que necesario construir nuevos espacios para redescubrir y profundizar el estudio de la gran obra cognoscitiva de Víctor Raúl, para que el aprismo pueda desarrollarse con mayor capacidad de cobertura, para que las tareas vitales de ideologización de nuestra militancia avance a la velocidad de las urgencias de las necesidades sociales, que ahora se globalizan incesantemente y a una velocidad vertiginosa.
En el marco de dichas reflexiones, es importante evaluar el nivel de desarrollo de nuestra organización y si ésta es compatible con la evolución de los sistemas organizacionales que se ensayan constantemente en importantes partidos políticos del mundo, acorde con los cambios sociopolíticos que se presentan muchas veces imprevistamente al calor de las contradicciones, que emergen en la estructura social por naturaleza propia.
Considero que es importante apelar al razonamiento lógico de quienes pretenden construir nuevos espacios, para asumir tales desafíos, incorporando a todos aquellos, que inclusive siendo críticos pueden orientar concepciones, que incuben nuevos conceptos y enfoque para modernizar la ideología sin perder los principios fundamentales del aprismo primigenio.
El mejor homenaje al legado ideológico y doctrinario de Haya de la Torre es la de construir el aprismo del futuro, edificando una estructura dinámica, apilada en la innovación, la competitividad y el emprendimiento como pilares básicos.
No perder el tiempo en letanías de café, en el recuerdo o la confrontación improductiva, es necesario recopilar lo sustantivo de nuestro avatar partidario, para que sobre esa base vayamos perfilando el norte o la ruta que necesitamos definir, para lograr urgentemente reinsertar en la estructura social del país el mensaje del aprismo, en la búsqueda del país piloto con justicia social que avizoró el maestro.
Este importante escenario que viene emergiendo, bajo el soporte de importantes sectores del aprismo peruano, debe marcar pauta de nuestro quehacer, en cuanto debate que se susciten, para que fluyan premisas, acuerdos y conclusiones que definan esquemas innovadores.
Reflexiones que corresponden a la gran tarea que afiance al aprismo en el presente y el futuro. Hagamos siempre aprismo.