Es parte de la responsabilidad individual y colectiva reflexionar y aportar sobre un tema de salud que no podemos alejar de nuestras vidas, está en todo momento con nosotros a través de las medidas de bioseguridad, de las medidas de prevención para evitar el contagio de covid-19.
La nueva normalidad va de la mano con la presencia de esta enfermedad en nuestra sociedad, en nuestros hogares, en nuestras actividades, porque a donde vayamos portamos mínimo la mascarilla. Aunque mucha gente ahora se relaje y haga una vida casi normal, cobre todo acudiendo a reuniones sociales, familiares, de amigos, con aglomeraciones que preocupan.
Cuando no tengamos otra alternativa, es comprensible. Nos pasó también cuando teníamos que conseguir oxígeno y nos pusimos en una cola, en medio, probablemente de la carga viral del covid-19. A muchos de ustedes también les habrá pasado esto de que no teníamos otra alternativa, que prácticamente desafiar al nuevo coronavirus.
En Iquitos y en todas las zonas de nuestra región el personal de salud también se esfuerza en que no bajemos la guardia y usemos los guantes de seguridad, así como las capas protectoras, los protectores faciales, las mascarillas, el lavado constante de las manos con agua y jabón. Para cumplir con esto, además de una inversión necesitamos fuerza de voluntad, como para lavarnos las manos.
El presidente de la República Martín Vizcarra, también pone de su parte y repite constantemente los cuidados que debemos tener para seguir previniendo el contagio del covid-19.
Y ha advertido que el hecho de que haya disminuido el número de casos, no quiere decir que ya no está el virus entre nosotros, es un error pensar así, por lo que tenemos que seguir con los protocolos de salubridad, aunque nos aburra, aunque nos incomode, aunque nos pueda dar pereza. Pensemos en lo valioso de nuestras vidas.
Disminuyó, no desapareció
