- Para sujeto por presunta violación de menor de 8 años
En un hecho que ha sacudido a la tranquila comunidad de Jenaro Herrera, Kember Taricuarima Gaviria, de 37 años, fue detenido el pasado 10 de agosto de 2024 por la Policía Nacional del Perú (PNP) tras ser acusado de violación sexual de un menor de 8 años. La captura se realizó a las 07:30 a.m. en la calle Los Arenales, en el mismo distrito donde presuntamente ocurrieron los hechos.
Kember Taricuarima Gaviria, un estilista residente en Jenaro Herrera, es señalado como el principal sospechoso en la comisión de este grave delito contra la libertad sexual. Según la denuncia, los hechos ocurrieron en el mismo distrito, facilitando la localización y aprehensión del acusado. La víctima, un niño de solo 8 años, habría sido agredido sexualmente en circunstancias que aún están bajo investigación por parte de las autoridades.
Tras la detención, Taricuarima Gaviria fue trasladado a la Sección de Investigación Criminal (SEINCRI) para las diligencias preliminares. Su situación legal se complicó aún más cuando, el 15 de agosto de 2024, el Juzgado correspondiente dictó nueve meses de prisión preventiva en su contra. La medida fue ordenada durante una audiencia pública en la que se evaluó el requerimiento de prisión preventiva, concluyendo que existían suficientes indicios para considerar a Taricuarima Gaviria un peligro para la sociedad y para la víctima.
La orden de internamiento fue oficializada mediante el oficio N° 112-2024-IIP-MBIR-CSILO-PI/WLAC-HILS, dirigido al Director del Establecimiento Penitenciario de Varones en Maynas, donde Taricuarima Gaviria cumplirá la medida cautelar mientras continúan las investigaciones. La resolución N° 02 del expediente 00223-2024-58-1905-JR-PE-01 establece que el periodo de prisión preventiva se computará desde la fecha de su captura, es decir, el 10 de agosto de 2024.
El caso ha causado un profundo impacto en Jenaro Herrera, una comunidad que hasta ahora se había mantenido al margen de crímenes de esta naturaleza. Los pobladores expresan su consternación y preocupación por la seguridad de los menores en la zona. Las autoridades locales han reafirmado su compromiso de garantizar la protección de los niños y han destacado la importancia de la cooperación comunitaria para combatir la criminalidad.
Este hecho advierte la necesidad urgente de fortalecer los mecanismos de protección infantil en las zonas más remotas del país, donde la vigilancia y la intervención de las autoridades son limitadas. La rápida actuación de la PNP en este caso es un ejemplo de cómo la denuncia oportuna y la coordinación efectiva entre la comunidad y las fuerzas del orden pueden resultar en la aprehensión de presuntos delincuentes y en la protección de las víctimas.
El proceso judicial continuará, y se espera que el caso se resuelva dentro del plazo establecido para la prisión preventiva. La sociedad en su conjunto, especialmente en sectores como Jenaro Herrera, debe mantenerse vigilante y proactiva en la defensa de los derechos de los menores, asegurando que ningún crimen quede impune.
(C. Ampuero)