POR: JUAN SOREGUI VARGAS.
«TENEMOS los mejores colegios y profesores del mundo y vamos a continuar invirtiendo en una educación científica, tecnológica y humanística» «TENEMOS la mejor fuerza armada del mundo». Palabras del presidente Obama, reelegido, después de las últimas elecciones en los Estados Unidos de Norteamérica. La clave del desarrollo de este país y de muchos otros de la zona Europea y Asiática, no solo es invertir en proyectos de ciencia y tecnología y en producción de bienes y servicios para los mercados del mundo. UNO de los ejes fundamentales de estos países es su fuerza armada. ¿Cuándo los Estados Unidos de Norteamérica, China, Rusia, etc., fueron llevados al tribunal de la Haya o a otra corte internacional para ventilar sus derechos soberanos territoriales? Nunca. Y, si fueron fue para aparentar que cumplían con lo acordado en congresos. Las palabras de Obama nos dan a entender que en ningún sitio del mundo podrán atacar sus intereses empresariales, industriales o territoriales, menos en su interior. Eso es lo que han venido haciendo Ecuador, Colombia, Argentina, Venezuela, Brasil y Chile, especialmente este último, fortaleciendo sus ejércitos, de tal manera que nosotros y otros países, que descuidamos la implementación adecuada, va a ser muy difícil que consigamos recuperar nuestros derechos sobre el mar o tierra. Ya lo dijo el presidente chileno. Ha expresado que tienen una fuerza armada poderosa y que defenderán lo que ellos creen que es suyo con todo. Suceda lo que suceda en la Haya, a favor o en contra de nosotros, debemos reflexionar que la paz es solo viable cuando tienes una fuerza armada bien preparada, bien implementada, para hacer desistir a cualquier otra nación de sus ansias de expansión. Una fuerza disuasiva, que proteja nuestras inversiones en todos los campos. De que nos sirve crecer económica, social y ambientalmente, si no podemos proteger nuestros avances. ¿Cómo proteger nuestra Amazonía de las posibles ansias expansionistas de los habitantes de los países vecinos? ¿Cómo? No es con una fuerza armada que no está implementada con modernos equipos tecnológicos como los que tiene Ecuador y, los de los guerrilleros y narcos de otras zonas fronterizas que superan, no en valor ni patriotismo a los nuestros, sino en cantidad y calidad de armamento. Por eso, es necesario prepararse desde ahora, invirtiendo bien los recursos que provienen de nuestras minas, petróleo y gas en tener una poderosa fuerza armada al servicio de la paz y del desarrollo. ¿Con qué creen que Chile se ha armado? Con un canon de las minas de cobre y de otros metales. ¿Con qué creen que se han armado Ecuador y Venezuela? Con dinero de su petróleo. Y, en nuestro país existen algunos que dicen no a estas inversiones. La realidad es otra. Lo ha dicho el presidente de uno de los países más desarrollados del mundo, y es lo que hacen otros. La integración es un cuento diplomático. Aquí y en Europa. La guerra no será necesaria si podemos defender la paz y el desarrollo. Así de simple.