Debate presupuestal

Cada año que pasa, cada periodo con distintos gobernantes al frente de la administración del gobierno nacional, nos tienen acostumbrados a que lo ofrecido durante la campaña electoral, simple y llanamente, no se cumpla, y nadie se ruboriza dentro de los que ofrecieron y como ciudadanía lo dejamos pasar, como si nada.
De principio esto no debiera suceder en una nación que tiene la condición de demócrata, pero la percepción por muchas acciones que se omiten, es que sólo tenemos una democracia de fachada y lo que vivimos es una dictadura muy bien maquillada de república democrática.
Como ciudadanía si pudiéramos expresarnos al momento del debate del presupuesto de la república cada año, de acuerdo a las necesidades más urgentes, seguro que pondríamos en la mesa, no una, sino, varias prioridades de acuerdo a la coyuntura social que nos toca vivir y otras de temas fijos que son la base real de nuestro desarrollo sostenible.
Ello lo tienen claro los candidatos en la etapa electoral, en el caso de la presidencia de la república, ya que estamos refiriéndonos al presupuesto nacional, pero una vez que llegan al poder salen a la luz sus verdaderas intenciones, saquear al país.
Nos prometen que incrementarán el presupuesto para una educación de mayor calidad, el tema de salud que garantice ciudadanos saludables, así como la alimentación nutritiva, y en cuanto a la coyuntura tenemos el grave tema de la inseguridad ciudadana por los crímenes y sicariato.
Así, seguimos siendo un país sin rumbo claro, no se planifica para atender políticas de Estado sí o sí, así entre cualquier líder y grupo político a su turno de gobernar tras las elecciones, deben continuar con lo trazado digamos en un plan de desarrollo para 30 o 40 años, con una línea de resultados medibles a corto, mediano y largo plazo. Eso no parece interesar a nuestros políticos que tienen más tendencia a participar directa e indirectamente en la corrupción. Para muestra, ahí está la mayoría de gestiones de ex presidentes.
Por eso, si tendríamos calidad de políticos partidarios, se cumplirían con los ofrecimientos de campaña que es la aspiración del pueblo, y que además ha sido la base para surgir de las naciones que antes estuvieron mucho peor que nosotros y actualmente son potenciales países con industrias, producción, tecnología, sostenibilidad, ciudadanos altamente calificados en lo académico, tienen cubiertas sus necesidades básicas y, por tanto, la calidad de vida es muy superior a la nuestra.
Esperamos, aún tenemos la esperanza, que cambie esta forma de hacer política en nuestro país, que no nos sigan trampeando, y que el presupuesto de la república siga la ruta de un plan a largo plazo con resultados visibles, dejando las frivolidades para hacer más caja fiscal, para impulsar el desarrollo en cada una de las regiones del país, donde el poder ciudadano debe empezar a hacerse sentir a través de sus instituciones como los colegios profesionales, juntas vecinales, organizaciones populares, académicos, etc. Es hora de participar, no de mirar como desgracian al país los militantes de la corrupción.