Más de 700 millones de soles que se han llevado algunos medios de comunicación de Lima por concepto de difusión de diversas campañas del Estado peruano, lo que viene a resultar un escándalo que ya se conocía entre voces, pero, faltaba que se buscara datos más precisos.
En esta temporada ya no han dependido los investigadores de esperar respuestas, sino, que las mismas se evidenciaron a través del sistema de la información del Estado que se colocan en las diversas plataformas, de tal manera que se han podido corroborar las millonarias cifras.
Mientras que diversas entidades del Estado a través de los gobiernos de turno desde Lima, siempre estaban solicitando colaboración a los medios regionales y de frontera del país, para que apoyen en la difusión de diversas campañas publicitarias en bien de la comunidad peruana, en Lima la danza de miles y de millones, no paraba.
Y los presupuestos que se han hecho llegar a los medios de comunicación de provincias y de distritos, han sido tan cortos que no llegaban a cubrir el objetivo de difusión. Mientras desde la ciudad de Lima, los medios facturaban enormes cantidades de cifras aduciendo que llegan a todo el país.
La sola presentación como medios “nacionales” llevaba el mensaje que su señal está en todo el país, y eso sabemos acá, y en el sur, centro y norte, que eso carece de veracidad, pero se juntaron varios funcionarios de ministerios para vender esta falsedad.
Este tema ha vuelto tras el anuncio en campaña del presidente Pedro Castillo, de que ese altísimo porcentaje del presupuesto de la publicidad estatal que se queda en Lima, dará un giro, será mínimo y el grueso porcentaje será distribuido por todo el país. Ello ha despertado la indignación de los millonarios “angurrientos”, y de ahí el ataque a Castillo para sacarlo de la presidencia de la república.
Mención aparte es que el Mandatario está dando elementos para que las críticas arduas tengan sustento, porque estaría haciendo lo mismo que todos los gobiernos que han pasado por palacio, y estaría negociando en similares formas, en lo establecido, para la decepción general. La corrupción está en todas partes, definitivamente, la batalla seguirá con respaldo legal.