- Urge intervención de autoridades públicas.
La continuación de la investigación periodística en el distrito de Andoas, provincia de Datem del Marañón, llevó a descubrir que la anomia social en esta localidad ha alcanzado a la seguridad de su aeropuerto Alf. Alfredo Vladimir Sara Bauer.
A la fecha, cualquier aeronave que programa llegar a Nuevo Andoas, asume riesgos innecesarios por encontrarse inoperativa la torre de control del aeropuerto, lo que puede verse fácilmente. Ello, a su vez, pone en grave peligro la vida de los pasajeros.
Tal situación, revela la crisis de seguridad en esta parte de la Amazonía peruana y su desatención negligente por las autoridades. A este problema, se suma la falta de una Comisaría y oficina del Ministerio Público; instituciones cuyas sedes más cercanas se ubican en la ciudad de San Lorenzo, capital de la provincia del Datem del Marañón, a dos días de viaje por río.
El tiempo y costos para que la población acuda hasta estos servicios, perjudican la atención oportuna de los hechos delictivos que alteran el orden público y la seguridad en la localidad.
Asimismo, existen grupos de poder, aún sin identificar, que operarían al interior de las autodenominadas organizaciones indígenas, a fin de obtener cierto blindaje y provecho económico.
En anterior reportaje, se indicó la existencia de evidencia gráfica que da cuenta que, al inaugurarse la industria petrolera en Andoas, esta zona se hallaba deshabitada. Posteriormente, se asentaron poblaciones migrantes en sus proximidades, donde se han enquistado grupos de poder ocultos que, bajo diversas modalidades, pretenden beneficiarse con la actividad extractiva del crudo.
De igual manera, estos personajes han conseguido influir, perjudicialmente, en la vida pública y el orden social de Andoas; afectándola al extremo de tomar posesión de su aeródromo. Si bien, la mayoría de pobladores recurre al transporte fluvial por su menor costo; la vía aérea es necesariamente usada para casos urgentes, que, frecuentemente, acontecen en cualquiera de sus cinco centros poblados.
La falta de seguridad en el aeropuerto también queda de manifiesto en el único agente a cargo, que proyecta el ejercicio de resguardo usando un chaleco y nada más.
Igualmente, hay zozobra en la población por la reciente confrontación entre dichos grupos de poder, que disputan el control del terminal aéreo.
Hasta hace dos años, en el 2022, existía mayor seguridad y frecuencia de vuelos privados, los que eran contratados por la empresa Petrotal. Sin embargo, tras liquidar sus operaciones en Andoas, cesaron con ello las condiciones en este aeródromo.
La realidad de Nuevo Andoas es insostenible y va en desmedro de su población, siendo urgente la intervención del gobierno.