Tener o mantener mejor atendidos a nuestros pueblos, sería la mejor medida para que no se sientan desprotegidos de la capital loretana que desde hace muchos años significa centralismo, como Lima con el resto del Perú.
Una ciudad como Contamana, que se resiste a dejar de ser parte de Loreto, no puede seguir siendo mal atendida. En los límites de nuestra región en el río Ucayali, se mantiene aún viva la llama de la loretaneidad, a pesar de la lejanía que nos separa y de la cercanía en que casi convive con Pucallpa.
Contamana, es un gran referente de Loreto. Al solo oír los primeros compases de esa melancólica y romántica canción, que nos transporta a tiempos pasados y hermosos recuerdos, llamada La contamanina, decimos Loreto.
¿Por qué entonces no le damos más y mejor atención a la solución de sus problemas? Porque el centralismo provinciano es así, peor que el capitalino.
Es inconcebible que esta importante ciudad no cuente con un aeródromo en perfectas condiciones como para ser utilizado hasta en horas de la noche, en casos de emergencia, para el aterrizaje y despegue de los pequeños aviones que diariamente, como medio de transporte más rápido, hacen viajes inmediatos desde y hacia Pucallpa.
En los últimos días, los motocarristas contamaninos, en un hermoso gesto de solidaridad, fueron quienes con sus máquinas iluminaron el deteriorado aeródromo para que una avioneta traslade a Pucallpa a pacientes graves que necesitaban atención especializada en un centro hospitalario.
No olvidemos a Contamana, la podríamos perder.
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