Una de las razones o pretexto que daban hace más de dos décadas las autoridades nacionales para no invertir en carreteras en la extensa Amazonía peruana, era que esto ocasionaría el saqueo de los recursos naturales entre especies vegetales y animales.
Esto es cierto en gran medida teniendo en cuenta que no nos han formado con rigidez en el respeto de lo que se debe y lo que no se debe tocar, en otras palabras, el respeto a la naturaleza, a sus propias leyes naturales, a las leyes humanas y sus reglamentos.
Además, que nuestra cultura por gobiernos plagados de corrupción generalizada es que no hemos sido estrictos en la aplicación de las faltas, delitos civiles y delitos penales que se puedan cometer en contra de las leyes forestales (madera), de fauna (animales) y de flora (plantas) que tenemos y son propios de nuestra zona y de ninguna parte más del planeta.
Si nosotros cumpliéramos y siempre se hubiera establecido la cultura de sancionar a los que no cumplen, no tendría que haber justificaciones para decir no conectamos con carreteras la selva para que no ocurra una salvaje depredación, porque además el Estado nunca ha tomado en serio los controles.
Nos apena la situación de la ciudadana, pero nos parece correcto que se administre justicia en base a la legalidad, en el caso de la sentencia a Dina Roque Benavides, que por Facebook y en mercado libre de redes sociales muy “fresh” ofrecía un loro de lomo rojo, otros dirán muy “conchuda” en nuestro entender regional: desenfadada.
Y porqué no podía ser posible la venta del loro de lomo rojo o de nombre Amazona Festiva, eso, porque es una especie declarada en amenaza de extinción, y por tanto ofrecerlo en venta en lugar de entregar a las autoridades competentes para el retorno a su hábitat se tipifica como tráfico ilegal de especie de fauna, y que lo sanciona el artículo 308 del Código Penal.
En ese sentido, la ciudadana mencionada cometió un delito y ha sido sentenciada a un año con ocho meses de pena privativa de la libertad, con reglas de conducta y el pago de 625 soles de multa y de una reparación civil de mil quinientos soles. Deberíamos reeducarnos y respetar lo que tenemos en la naturaleza, es la base de nuestro despegue económico usado de modo sostenible.
Condena por loro
