Surcando los ríos de la Amazonía, gracias al apoyo de los buques de acción social PAIS, el Poder Judicial brindó sus servicios de justicia en beneficio de las comunidades nativas de Bobona, Siete de Agosto, Florida, Esperanza y San Pedro, en la provincia del Putumayo.
Sin carreteras, la ruta fluvial es el medio para llegar a estas localidades de la frontera; sin embargo, a un elevado costo y tras largas horas de viaje (de diez a más desde la capital de San Antonio del Estrecho).
De ello resulta la débil presencia del Estado; y, para su población, la imposibilidad de trasladarse a las instituciones públicas de la ciudad por razones de pobreza extrema y aislamiento geográfico.
Frente a esta problemática, los juzgados de la citada provincia continúan firmes en movilizar el servicio de justicia a las zonas más vulnerables del Putumayo.
Así, la más reciente acción itinerante, se ejecutó del 10 al 12 de septiembre, por el Juzgado de Paz Letrado de San Antonio del Estrecho, el cual recabó demandas de alimentos, rectificación de partidas de nacimiento, demandas por paternidad y denuncias por violencia. Además, brindó orientación jurídica y charlas sobre derechos y canales de acceso a la justicia.
La jueza, Gisela Marisol Ahuanari Flores, destacó la importancia de la labor itinerante en una provincia como el Putumayo donde existe pobreza extrema, falta de vías terrestres, y fragmentación social por el narcotráfico, minería ilegal y criminalidad organizada.
Como se recuerda, el presente año, la Corte de Justicia de Loreto implementó la itinerancia de los juzgados del Putumayo, favoreciendo el acceso al servicio de justicia de las poblaciones más alejadas y desfavorecidas de la región.
Con ello, se ha logrado acercar la justicia a los pueblos asentados a lo largo de los 1,500 kilómetros que comprende la cuenca del Putumayo.