-Depresión le llevó a tomar equivocada salida
No pudo más y, al parecer, la depresión y la enfermedad que padecía, le condujo a esa fatalidad. El comerciante avícola, Octavio Guerra López (48), terminó con su vida ahorcándose en el interior de su vivienda con la «ayuda» de una pretina que amarró en una de las vigas de su habitación.
Eran las 9 de la mañana, ayer, y Octavio Guerra no había ido a trabajar como de costumbre a su puesto de venta ubicado en el interior del mercado de Belén. Su hijo, Juan Guerra, fue quien se dio cuenta de su ausencia, pues fue a visitarlo y sólo encontró a su mamá, quien le indicó que su progenitor se había quedado aún en su vivienda ubicado en la décima cuadra de la calle Abtao, hasta donde se trasladó Juan Guerra con un mal presentimiento, pues su padre ya había intentado en otras oportunidades acabar con su vida, pues la depresión a que estaba sometido debido a su enfermedad (diabetes) no le dejaba vivir tranquilo.
Realizó varias llamadas a la puerta, pero nadie salió, ante lo cual ingresó con una de las llaves que tenía, y cuando ingresó al cuarto encontró a su padre colgado de una pretina. Al tocarlo, aún estaba caliente, por ello con la ayuda de los vecino lo trasladó de emergencia al hospital Apoyo Iquitos, donde los médicos sólo certificaron que llegó cadáver.
Se supo que el fenecido había ingresado al mismo nosocomio a raíz de un intento de suicidio con un arma blanca. (MIP)