Ciberdelincuencia

Estamos afectados por el aumento de la delincuencia callejera que está más violenta que nunca, y a esto tenemos que agregar que ni en el espacio virtual estamos libres de los delitos que se puedan cometer en contra de honestos ciudadanos.
Las modalidades de robo cibernético van variando como avanza la tecnología o como la policía vaya tras sus pasos virtuales, van adoptando otras formas de cometer sus fechorías siempre tratando de burlar las investigaciones policiales.
Así estamos frágiles ante la ciberdelincuencia mientras que las herramientas de la policía para su combate no estén por delante de las capacidades de los delincuentes que usan sus conocimientos cibernéticos para diversos objetivos delictivos.
La sensación de indefensión es muy alta, porque en la misma policía se ubican ciertos infiltrados que van contaminando a la institución policial, como se evidencia en diversos casos donde se ha podido comprobar la participación de efectivos en bandas de las tantas mafias que operan en la ciudad de Iquitos, los cuales están identificados.
En varios sectores de la ciudad la identificación de quienes están cometiendo delitos virtuales suena como el secreto a voces, no solamente por los signos exteriores de solvencia económica que ostentan sin trabajo conocido, sino que hasta tienen la desfachatez de comentar sus fechorías.
Pero, ¿sabrá la policía?, esperen queridos lectores, paren la carcajada o dejen de pensar que seríamos ingenuos, también las evidencias indican que sí estarían identificados, sin embargo, hay una debilidad en el trabajo de inteligencia para la obtención de pruebas contundentes que ameriten un proceso judicial con sentencias.
Hay mucho que el gobierno tiene que hacer para seguir modernizando a la policía, como también retirar de la institución a los malos elementos, peor ahora que los delitos cibernéticos asociados a las herramientas que proporciona la inteligencia artificial, desde ya el presente y el futuro para los ciudadanos honestos, se muestra muy perturbador y más peligroso.