Carretera mal oliente

Mientras en la zona urbana de la ciudad de Iquitos comprendida en sus cuatro distritos el empeño por mostrar una ciudad limpia, crece día a día, el tema de la limpieza de la única carretera inter provincial que tenemos la Iquitos – Nauta o viceversa, luce opacada.
Esto principalmente en los primeros kilómetros por donde la zona urbana se va extendiendo del distrito de San Juan que llega hasta el kilómetro 72 de esta vía, se pueden observar montículos de desperdicios que por el tiempo que no son recogidos, hacen que esta parte de la carretera se muestre mal oliente.
El esfuerzo de la nueva gestión edil no logra que la basura acumulada sea desterrada ya que a diario las viviendas de los lados y las que se ubican al fondo de las mismas traen sus paquetes de basura a botarlos en varios lugares, al borde de la vía Iquitos – Nauta.
Es casi lo que ocurre a lo largo de la avenida La Participación, donde la vecindad de ambos lados de la pista sacas su basura para arrojarlos en varios puntos a lo largo de esta importante arteria que comparten los distritos de Belén y San Juan.
La figura es casi la misma, por lo que la solución a este acumulo de residuos sólidos pasa también porque vehículos menores a un volquete puedan ingresar hacia estos sectores accidentados e inaccesibles en muchos casos, para recoger la basura antes que los vecinos los saquen al borde de la pista.
El problema además de generar insalubridad, también nos traer mala imagen y vergüenza ante los visitantes regionales, nacionales e internacionales que usan dicha vía para ingresar o salir de Iquitos, es una ruta turística por los centros de recreación y culturales que se ubican en la zona.
Las autoridades en general deben unir esfuerzos para solucionar este problema, identificar cómo pueden apoyarse mutuamente, ver cómo lograr una solución que funcione en el tiempo y que no sea un impulso de primeros días de las gestiones. Y por supuesto que los ciudadanos y ciudadanas tenemos que colaborar también. Hagamos de nuestra casa de vida común, un lugar más digno de habitar.