Camino a la contaminación del Nanay

Los indígenas de la cuenca del Nanay están sumamente preocupados, mientras que a la población de Iquitos, sus autoridades, sus organizaciones sociales y populares poco o nada les interesa, más que para salir a declarar una posición diplomática sobre algo que debería darse con contundencia y con mucha fuerza.

El agua del Nanay está en camino a ser contaminada por la presencia de empresas petroleras que ya están haciendo trabajos de sísmica en las cabeceras de la cuenca. Los pobladores indígenas, no hay mejor que ellos para decirnos cómo se maneja el bosque, nos ponen sobre aviso que el Nanay, al ser un río que se encuentra en la selva baja,  donde el agua no proviene de heladas ni de cerros, sino de los bosques que producen el 50% de las lluvias y del drenaje natural por donde se encauza el agua hacia su curso, con la contaminación química producto de la explotación petrolera, se afectará definitivamente la generación de agua y entonces sí, adiós a la fuente de donde Iquitos se provee del líquido elemento, lo que sería una catástrofe.

Al haber autorizado el gobierno las operaciones petroleras en la cuenca del Nanay, una vez más, el centralismo limeño se muestra como lo dañino que es. Primero declara que es incompatible la zona para la explotación minera, pero seis meses después da su mano a torcer y de un plumazo se da la autorización. Eso demuestra una total falta de responsabilidad con la protección del bosque y de la vida.

Los indígenas, pobladores ancestrales de nuestra selva, han realizado marchas de protesta, expresando su oposición a la exploración y explotación petrolera, porque saben que eso significa hacer desaparecer la fauna y la flora de los espacios donde ellos viven, pero los que vivimos en la ciudad  no les hemos respaldado, como si con nosotros no fuera la cosa.

Mientras los petroleros siguen haciendo sus trabajos de exploración, ni en Iquitos ni en Lima nadie da la cara, ni los congresistas. Llegará el día que se inicien los trabajos de explotación y será entonces cuando comenzará la contaminación destruyendo irreversiblemente el entorno natural. Será cuando los pobladores de Iquitos ya no tengan una fuente de donde aprovisionarse de agua dulce para transformarla en agua potable para el consumo humano. Entonces ya será tarde.