Caldo de cultivo

10Un momento difícil que vivimos como país frente a los conflictos sociales que se vienen agudizando, debido a la falta de acuerdos inmediatos y que tiene como protagonistas a los representantes del gobierno como a los representantes de las diferentes organizaciones y gremios en conflicto.
Lo más fresquito que tenemos desde hace unas horas que ya se hizo extensivo hasta nuestra ciudad es el tema del transporte por el alza del combustible y en general por el encarecimiento de productos alimenticios, justamente por el efecto del alza del costo del transporte.
Aunque en todo esto hay un aspecto curioso. Es que los primeros en protestar son los transportistas cuando hace mucho tiempo que el alza del costo del transporte se ha venido dando paulatinamente. Solo una muestra en Iquitos el costo del pasaje en motocarro de 2 subió a 3, después a 4 y ahora promedia en 5 soles.
En cuanto al transporte interprovincial Iquitos – Nauta se fue elevando de 8, pasó a 10, luego a 12 y hasta a 15 y 18 soles, dependiendo de la empresa y el tipo de vehículo. Similar situación se ha venido experimentando en otros lugares de la región y del país.
Con esto no estamos diciendo que ello está bien, por supuesto que no. Lo ideal sería que el Estado a través del gobierno actual de turno, vea los mecanismos de cómo ya regular esta situación, porque es bien sabido que hasta cuando sube el dólar se elevan precios y cuando baja, no surte el mismo efecto, los productos se quedan en ese mismo precio elevado.
Para los simples mortales del país que no vemos la macro economía, estos hechos no tienen lógica ni por donde se le mire. Por eso al margen del precio internacional del petróleo que influye directamente en los combustibles que sirven para el transporte, debe reordenarse la casa en lo que respecta a la libre oferta y demanda, ya que la concertación de precios es como una bomba para la frágil economía de un altísimo porcentaje de peruanos y peruanas.
Es que el tema del alza del precio del combustible que, si bien es real, se vienen cometiendo evidentes abusos en los costos de productos, como reiteramos que suben y nunca bajan cuando las condiciones se muestran favorables para ello. Ese es el otro caldo de cultivo, para el descontento social.
Sin embargo, existen otras sospechas respecto a las últimas protestas de los transportistas (y no de los usuarios) en la zona central del país, con sus excesos de saqueos a comercios, lo que empaña los propósitos, con acciones delincuenciales que afectan los bienes privados con el pretexto de una protesta. Ojalá no responda a un plan b de baja calaña, al no haber prosperado la vacancia del presidente Pedro Castillo. De momento hay una tregua que se espera logre la baja del combustible u otras medidas alternativas, y al mismo tiempo bajen los precios de los productos que subieron por los mismo.