Broadcaster en Palacio

Uno de las promesas electorales del presidente de la República, Pedro Castillo, fue que “La publicidad del Estado se priorizará en los medios de provincias y virtuales”, puesto que Lima concentra unos cuantos medios mal llamados “nacionales”, que cubren casi todo el presupuesto de la publicidad estatal.
Este tema que ha traído a debate la redistribución de la publicidad del Estado y ante esto ha reaccionado la Asamblea Nacional de Radiodifusores, que desde hace varios años viene exigiendo a los gobiernos centrales de turno que la publicidad del Estado también se distribuya en las regiones del país.
Esto por supuesto a la Sociedad Nacional de Radio y Televisión (SNRTV), que agrupa a unas pocas empresas y conglomerados de medios de Lima, esa idea no les cae para nada agradable, y ello se ha evidenciado cuando sustentan que llegan a todo el país, de rincón a rincón. Eso es falso, por diversas razones.
Ahora que el presidente Castillo está gobernando, pues este tema es una de las prioridades y los Radiodifusores organizados esperan resultados inmediatos, en tanto que los broadcaster de los medios de comunicación de Lima se han presentado en Palacio, seguro para sustentar el por qué, quieren seguir siendo priorizados en los pagos de publicidad que brinda el Estado.
Los medios que no están en esta agrupación han alzado la voz y han señalado que los medios capitalinos no representan a la prensa nacional. La prensa nacional son las más de 4,900 estaciones de radio y televisión que operan en los distritos y provincias de todo el país y no pertenecen a la SNRTV.
Representantes de algunos medios regionales han opinado que es desvergonzado que los broadcaster limeños de la SNRTV se presenten en palacio de gobierno diciendo que defienden “el respeto a la libertad de expresión y el derecho a la información”, cuando son ellos los primeros en limitar esos derechos, usando sus medios para manipular la información.
El tema es fuerte y desde las regiones seguro que los medios de comunicación van a seguir en su objetivo de que tienen todo el derecho de que las provincias y distritos del país, remarcando la zona fronteriza, deben tener ese respaldo de la publicidad estatal, además por un tema de igualdad ante las decisiones presupuestarias y por interés nacional.