- Viene al Perú en enero del 2018:
Por: Adolfo Ramírez del Aguila
Docente de Educación Secundaria
El papa francisco nos visitará en enero del próximo año. Después de más de 30 años de la segunda visita pastoral del papa Juan Pablo II a nuestro país, en 1985, los peruanos tendremos el privilegio de ver en persona al actual papa que habla castellano y que además es de los nuestros, porque es latinoamericano.
La noticia como es natural, provocó diferentes reacciones y comentarios, la gran mayoría mostrando su beneplácito por esta visita, pocas, en desacuerdo porque una visita de esta naturaleza siempre implica gastos estatales, habiendo otras prioridades, como la inversión en educación o la reconstrucción nacional post fenómeno del niño costero, por poner dos ejemplos en nuestro caso.
Efectivamente, la visita implicará gastos en seguridad y logística por tratarse de la visita de un mandatario de un país amigo (El Vaticano es un Estado), pero valgan verdades, muchas de las actividades serán financiadas por la propia Iglesia, como las misas al aire libre que son ya una bonita tradición cuando un papa visita a algún lugar.
No hay aún el programa oficial de la visita, pero se sabe que solo tres ciudades de nuestro país recibirán a este peregrino de la misericordia: Lima, Puerto Maldonado y Trujillo. El papa estará llegando a suelo limeño la tarde del jueves 18 de enero, procedente de Chile, país al cual también visitará previamente. Los loretanos nos quedaremos con las ganas, porque panchito no tiene programado visitar a Iquitos, como sí lo hizo por tres horas el papa Juan Pablo II en 1985, durante su primera visita.
Los iquiteños aguardábamos la esperanza que se vuelva a repetir la historia de una nueva visita papal; pero esta vez, se eligió otra ciudad de la selva, Puerto Maldonado. Recordemos que un histórico 5 de enero de 1985, la capital loretana, fue la elegida para bendecir a toda la selva peruana y por breves tres horas, el hoy san Juan Pablo II se congratuló con los selváticos aceptando ser el PAPA CHARAPA.
La visita, se da por la invitación del presidente de la república y de los obispos del Perú. A inicios de la semana pasada, la Conferencia Episcopal Peruana y la Nunciatura Apostólica en el Perú (una especie de embajada del Vaticano) anunciaron la gran noticia. Según la fundamentación de los obispos, se eligió a Puerto Maldonado por una especial atención del papa Francisco al tema de la ecología y el cuidado de la naturaleza. Puerto Maldonado es uno de los lugares amazónicos más críticos en temas ambientales, en especial por la contaminación de la minería ilegal. Se eligió Trujillo, por ser el corazón del norte peruano, devastado últimamente por siete huaicos, siete plagas, por lo del fenómeno del Niño costero. Y finalmente Lima por ser la capital, centro de la corrupción nacional.
Los temas que abordará el ilustre visitante, son fáciles de identificar: Cuidado de la creación, solidaridad ante los embates de la naturaleza y ética en el manejo de la cosa pública. Recordemos que la primera encíclica de este papa verde fue justamente sobre el medio ambiente: Laudato Si’ y su presencia en Puerto Maldonado reafirma su firme vocación pastoral ecologista. La solidaridad que nace del amor misericordioso de Dios, que nos hace hermanos en el dolor, es otro de sus temas favoritos. Finalmente, el tema de la lucha contra la corrupción que destruye el bien común. Tres temas, que ya se configuran de acuerdo a su itinerario.
Los creyentes católicos, por obvias razones, nos prepararemos para esta visita, no solo para escuchar la voz de este misionero del amor de Dios, sino, para crear un motivo especial de cambio personal y social. Se hace urgente que nuestro pueblo peruano, que se hace llamar creyente, muestre en su praxis, su fe y su gran esperanza en un mundo mejor, menos contaminado, más solidario y libre de corrupción.
Conociendo a este papa argentino, me atrevo a decir que, en su visita pastoral a nuestro país, no eludirá temas polémicos como el caso doloroso y vergonzante de pedofilia clerical, que, en el caso de Chile y Perú, los casos judicializados de Karadima y Figari respectivamente, han dado dolor de cabeza al actual papa. No se descarta que diga una palabra sobre el matrimonio homosexual y otros temas de interés público.
Que esta visita del papa panchito, sea un hito en la historia de nuestro país y signifique para el pueblo peruano en general y para la iglesia en particular, un nuevo derrotero por las sendas de la paz, la justicia y el amor, señales máximas de la presencia de Dios entre nosotros.
¡Bienvenido papa Francisco al Perú! Amén.