Ayer se recordó el Día Nacional de Lucha contra los crímenes de odio a personas LGTB

  • Clauco Velásquez, un abanderado dentro de la comunidad, menciona que él se siente privilegiado en ese aspecto.


Ya que tuvo una crianza con mucho amor al interior de su hogar, de su entorno más cercano, lo que le ha valido luego para liderar una serie de campañas en defensa de la comunidad LGTBI. Y aclarar bien las cosas a las personas que de cierta manera se querían mofarse de él.
“En ese aspecto yo me he sentido un privilegiado, quizá por la buena crianza que he tenido en mi hogar, el amor y respeto que había en mi familia. Pienso que ese soporte emocional ha sido vital para mí, luego he presidido una serie de acciones que se articulan con diversas entidades”, menciona Velásquez.
¿Quizá sí has sentido la mofa, la burla en la época del colegio o universidad, cómo lo manejaste?
-Recuerdo que a veces había formas peyorativas y subjetivas al llamar, lo utilizaban para hacer bullyng. Para contrarrestar eso yo respondía con mucho estudio, en los exámenes era el que mejor nota tenía, era el más hábil, el más rápido, el más participativo, polémico en las reuniones, en los debates. De esa forma trataba de apaciguar esos temas que eran latentes.
Trataba de romper ese hilo para que no haya ese tipo de términos peyorativos que mellen en contra de mi orientación. En cuanto a depresiones y ese tema, no he padecido. Quizá por el privilegio que he tenido y he tratado de buscar soluciones para sobrellevar todo eso. Pero sí he conocido casos de amigos, ellos me preguntan cómo hacer para contrarrestar todo eso.
¿Tienes algún mal recuerdo que venga a tu memoria en estos instantes?
-En una oportunidad un compañero pintó y escribió frases obscenas, algo muy fuerte en mi carpeta. Yo estudiaba letras, tenía muy buena letra Palmer. Entonces busqué cuaderno por cuaderno y di con la letra del que había escrito esas obscenidades.
Le dije: “Que sea la última vez que haces eso porque yo soy tan hombre como tú y si sigues así, me vas a conocer”. Y ya no pasó a más. Todo el salón se quedó pasmado con mi respuesta.
Ahora felizmente están las redes sociales que son de gran ayuda para las denuncias en contra de diversas orientaciones ya que hay muchos que sufren esos atentados. La familia siempre es el soporte emocional más significativo.
Yo recuerdo mucho el caso del “niño Cayoyo”, su madre no lo protegió y su padrastro le rapó el pelo. El niño se ahorcó y dejó escrita una carta. “Me ahorco porque mi madre y mi padrastro no me quieren”, eso fue desgarrador. Estremecedor en la conciencia ciudadana.
No había un buen entendimiento, no había un soporte emocional en la escuela, ni en su casa y él se quitó la vida. Hoy felizmente hay muchas organizaciones con las que se trabaja mucho más estos temas.