Un reciente reporte oficial, da cuenta de un incremento de 36 nuevos pacientes infectados con el VIH, nivel que va in crescendo, ya que son 10 casos más que los registrados el año pasado, siendo varones en mayor cantidad.
¿Qué es lo que está pasando? Por una parte podemos acusar la falta de una permanente campaña de prevención en todos los estratos, niños, jóvenes, adultos, que machaconamente se debería difundir en escuelas, centros de diversión, especialmente en locales de baile, bares, pubs, discotecas, centros laborales y en donde sea posible.
La cuestión es prevenir, que no haya uno más infectado. Porque si de tratamiento se trata, eso lo está haciendo EsSalud, con el suministro de retrovirales para tratar que la infección no avance.
Este informe nos dice que la cosa no está andando tan bien. O es que la población no toma conciencia de lo grave que es adquirir el virus del SIDA, de lo letal que es esta enfermedad que destruye el sistema inmunológico de la persona, que le aísla en su etapa crítica cuando avanza la infección y, de los problemas que acarrea a la familia.
Así como hay obligatoriedad para determinadas actividades en los centros educativos, en los centros laborales privados y en los estatales, la asistencia a jornadas de prevención debería tener también el sello de la obligatoriedad, porque no es nada alentador estar en incremento en el contagio del VIH.
Una prueba de descarte es lo más indicado, para saber si uno está infectado o no. Hay que ser crudos y realistas en este sentido. Nadie podrá después revertir su estado.
Estar en el tercer lugar en casos de contagio de VIH, después de Lima y Callao no es nada agradable. Hay que hacer todos los esfuerzos para revertir esta situación.
El SIDA no se cura, solo tiene un tratamiento.
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