Arriesgada defensa

Se viene observando en nuestra ciudad que ante los constantes asaltos, los vecinos salen en defensa de la persona agraviada. Sucede con los roba motos, con los que roban en las casas, con los arrebatadores de celulares y carteras, con los que asaltan cambistas, como ocurrió el día sábado. En la mayoría de las intervenciones vecinales, el resultado es exitoso: asaltante retenido, a veces golpeado y finalmente entregado a la policía.
Este actuar que es espontáneo, no responde a una acción organizada como eran en otro contexto las rondas campesinas y las rondas urbanas, aunque deberían serlo, resultan acciones de alto riesgo, una arriesgada defensa por la reacción impredecible de quienes están al margen de la ley.
Si bien estas acciones solidarias merecen el reconocimiento y el aplauso de todos, debe llevarnos a pensar en formas más seguras de abordar durante los asaltos, que pueden ocurrir en cualquier hora del día y lugar. El último asalto al cambista pudo dejar como saldo alguna víctima fatal. Los «marcas» portaban pistolas e hicieron disparos al aire.
Uno de los que ayudaban a perseguir a los asaltantes fue impactado con una bala perdida en su brazo, felizmente no cayó en ningún órgano vital. Pero recordemos el escenario: un hombre está siendo asaltado y los vecinos jóvenes y adultos corren a defenderlo, los jóvenes asaltantes al ver que la gente está decidida se suben a sus motos y huyen haciendo disparos al aire.
Qué pasaría si apuntan al cuerpo. Obvio. Una probable desgracia. Esperamos que no se llegue a esto nunca, pero estamos en un gran riesgo. Tendrán que ser las autoridades elegidas, los dirigentes vecinales de pueblos jóvenes y de los sectores más urbanizados y céntricos de la ciudad, que vean la posibilidad de organizarse a fin de saber cómo actuar y aminorar riesgos.