APAREANDO PAICHES

POR: JUAN SOREGUI VARGAS

Conozco dos principales formas de reproducción natural de los peces amazónicos. Por supuesto que existen otras maneras en el ambiente y de manera inducida. Para esta nota queremos utilizar la de aquellos que se reproducen en nidos, como los bufurquis, tucunarés, paiches, etc.

Durante mucho tiempo se ha creado la leyenda que los paiches -Arapaimas gigas- eran hermafroditas, es decir que un solo ejemplar tenía los dos sistemas reproductores y producía cualquier cantidad de crías, cuento que fue aprovechado por algunos criadores para montar un escenario de mala información y caos de lo que como dicen «en río revuelto ganancia de pescadores»

En 1999, cuando trabajaba como ayudante de don Orlando Rengifo, un experto criador de peces ornamentales y exportador conocido en todos los lares, reproducíamos millares de pez ángel o scalar. Este sabio hombre de la pesquería ornamental, reunía en varios acuarios docenas de adultos y los domesticaba, y en breve tiempo se observaba que por empatía o por química se formaban las parejas, no para bailar, sino para reproducirse.

Una vez identificadas las parejas se los llevaba a pequeños acuarios de vidrio o de madera o de fibra de vidrio de las cabinas telefónicas que se botaban y con esta actividad se reciclaban. Un premio que debieron dar a este hombre y sus ayudantes por esta doble labor de conservación de nuestra fauna íctica y de los ecosistemas al reciclar.

Llegó la ciencia y la tecnología a nuestros predios y se acabó con el mito del paihe hermafrodita y con esto las malas costumbres y las pésimas declaraciones de algunos criadores que vendían las crías del pirarucú, y se demostró que los órganos sexuales estaban diferenciados en los ejemplares, el macho tenía el suyo y la hembra también.

Mediante una investigación exhaustiva utilizando tecnología validada en otros sitios, los investigadores del IIAP, con sangre que se extraía de los ejemplares vivos se determinaba en el laboratorio el sexo, incluso de especies que no llegaron a su madurez sexual (4 años) y se los marcaba con un chip para después examinar y utilizarlo en procesos de reproducción u otras experiencias.

Como en toda investigación científica, este resultado traía una serie de interrogantes que habría que responder. ¿Será posible que un macho con una hembra cultivados en un solo estanque se apareen y den crías? Se hicieron varios experimentos con la participación de los criadores de paiches se determinó que sí.

En la carretera Federico Basadre de Pucallpa, los investigadores del IIAP monitorearon durante dos años  paiches apareados solos en estanques de diferentes tamaños y comprobaron que sí producen alevinos en gran cantidad, con una variación de 1000 a 4000 ejemplares.

Es decir, con estos resultados se superó la dificultad de controlar mejor a estas crías que nacen, llevar una buena estadística de levante de los alevinos y su recolección y almacenamiento para los fines que se propone tal o cual cultivador.

Estos avances en el cultivo y reproducción de esta especie de pez emblemático de la Amazonía, trae como consecuencia otra inversión y, es la de construir y ambientar estanques piscícolas de tamaño mediano donde puedan albergar bien a una pareja de padrillos, con buen control de agua y bien alimentados, de tal suerte que se realice una buena producción de alevinos.

La inversión no es vana, pues, si se maneja de esta manera los paiches reproductores se podrá tener una mayor productividad en cuanto al número y calidad de alevinos de paiche que serán utilizados para exportación y carne.

Estoy seguro que los amigos del Complejo Centenario de los padres agustinos, en Anita Cabrera, están utilizando esta metodología de reproducción apareada del paiche para poder contribuir con el crecimiento de sus proyectos productivos y de los ecosistemas de la Amazonía en el contexto del desarrollo sostenible. Entonces, a aparear paiches para mejor productividad. La tecnología ya está validada,  manos a la obra.